Estamos en el último curso político de una legislatura marcada por dos crisis impredecibles que han afectado a los equilibrios geopolíticos globales, y que van a definir un antes y un después, también en lo económico. Sin que se atisben los nuevos equilibrios, nos venimos enfrentando desde hace más de dos años a una serie de situaciones solapadas con efectos desconocidos sobre la economía mundial; las dificultades en las cadenas de suministro, la escasez o alto precio de las materias primas y, más recientemente, el precio de la energía y la inflación, están afectando de manera importante a nuestras empresas. Pero, afortunadamente, tenemos una
La XXII Semana de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación y la novena edición del Global Innovation Day son dos buenos ejemplos de cómo ha calado en la sociedad vasca la importancia de la I+D+i en el desarrollo socioeconómico del país. Porque hay un consenso que traspasa instituciones, colores políticos y organizaciones en que la base para continuar siendo una economía dinámica y un país con unos altos estándares de bienestar social está en la ciencia, la tecnología y la innovación. Algo que se está demostrando a lo largo de los años. Tal como recordó el profesor Etxenike en el ‘Global’, cuando se puso en marcha el Gobierno vasco, en 1980,