Estos últimos días han sido prolijos en iniciativas relacionadas con la sostenibilidad. Ha finalizado la COP 27, que se ha celebrado en Sharm el-Sheij (Egipto) con más pena que gloria. Salvo el cierre de un acuerdo, sin muchas concreciones, para la creación de un fondo para los países más vulnerables ante el cambio climático. Pero no hubo medidas concretas ni objetivos tasados de cara a la eliminación del uso de los combustibles fósiles, ni recortes de las emisiones de gases de efecto invernadero, que fueron rechazadas por países como China, principal emisor del mundo. Una constatación de que todavía queda mucho trecho por recorrer. Unos pobr
Estamos en el último curso político de una legislatura marcada por dos crisis impredecibles que han afectado a los equilibrios geopolíticos globales, y que van a definir un antes y un después, también en lo económico. Sin que se atisben los nuevos equilibrios, nos venimos enfrentando desde hace más de dos años a una serie de situaciones solapadas con efectos desconocidos sobre la economía mundial; las dificultades en las cadenas de suministro, la escasez o alto precio de las materias primas y, más recientemente, el precio de la energía y la inflación, están afectando de manera importante a nuestras empresas. Pero, afortunadamente, tenemos una