“Mirando al futuro de la ciudad con optimismo”

Iñigo Olaizola, director gerente de Fomento San Sebastián

Iñigo Olaizola, director gerente de Fomento San Sebastián. Foto: Fomento San Sebastián

Tras una pandemia que durante 2020 y 2021 condicionó la vida de todo el planeta, y un 2022 que entendimos como una transición hacia una “normalidad”, este año que recientemente hemos dejado atrás ha sido un año de recuperación en Donostia. Si nos centramos en los datos locales, observamos cómo la ciudad se ha recuperado en términos de empleo, alcanzado los indicadores de ocupación previos a la pandemia y con récord de afiliación. Estos datos nos permiten una valoración positiva en cuanto al despliegue de las políticas de empleo que hemos podido activar, de la mano especialmente del Gobierno vasco, y también sobre la propia actividad empresarial local que, especialmente en el sector servicios, se ha mostrado muy dinámica.

En cuanto al empleo, desde Fomento de San Sebastián se ha impulsado un modelo que busca la creación de itinerarios de formación y empleo, donde es fundamental la concertación y un trabajo en red tanto con el ámbito empresarial como con entidades formativas y el propio tercer sector. La mayor inversión de recursos en el conjunto del año se ha derivado a este reto de la inclusión laboral en coherencia con la radiografía que nos ofrece el desempleo, poniendo foco en las personas desempleadas mayores de 45 años, las mujeres y los jóvenes y, especialmente, esas personas con mayores dificultades.

Por otro lado, la ciudad muestra una senda de crecimiento muy positiva en su apuesta por la ciencia y la innovación como ejes de desarrollo y posicionamiento. Los datos de inversión en I+D de la ciudad se sitúan ya en el 3,6% del PIB local. Este es un dato extraordinario que, llevado a su correspondiente ranking de países, nos situaría en el Top 10. Y esto es posible gracias a la actividad investigadora que se desarrolla en la ciudad a la que se suman nuevos proyectos y equipamientos (inteligencia artificial, cuántica, movilidad…) y que supone que más de 6.000 personas desarrollan alguna actividad de I+D en nuestra ciudad. Esto representa el 4,6% de la población activa, frente al 2% de media en la CAPV. Sin duda otro dato extraordinario que nos colocaría en los primeros puestos del correspondiente ranking tanto a nivel nacional como internacional. Pero es importante destacar, en nuestro desempeño como ciudad, que esta actividad de generación de conocimiento se está transformando también en economía. 

La radiografía sectorial de la ciudad puede llevarnos a equívoco, porque cuando hablamos de “servicios” en Donostia, a día de hoy, ya estamos hablando mayoritariamente de servicios avanzados. Estos servicios basados en conocimiento y especialmente orientados a la industria avanzada (4.0) en nuestra ciudad ya suponen un tercio del empleo, el 43% de aportación al PIB y el 40% de los establecimientos empresariales, superando a hostelería, comercio y servicios ocio turísticos juntos. En este sentido, la ciudad también ha tenido un buen comportamiento en el ámbito del emprendimiento, incrementándose la tasa de emprendimiento avanzado (TEA) hasta un 6,6%, por encima de la media estatal y de ciudades como Madrid, situándose en la zona alta del ranking de ciudades emprendedoras. 

Éste es un “flash” real de la ciudad que estamos construyendo e impulsando gracias a un ecosistema denso y diverso. Y es realmente una apuesta importante la que estamos desarrollando desde Fomento de San Sebastián, como agencia de innovación del Ayuntamiento donostiarra, por acompañar esta evolución y potenciar esa nueva marca de ciudad de ciencia e innovación, servicios avanzados y emprendimiento de base tecnológica, mediante asesoramiento especializado, ayudas económicas, espacios empresariales, apoyo a la contratación de talento, etc. En ese campo, la puesta en marcha en este 2024 de una nueva Casa del Talento emprendedor -un nuevo ‘hub’ de emprendimiento e innovación en pleno centro de la ciudad- va suponer una oportunidad y un reto para nosotros y el conjunto del ecosistema. 

Para este 2024 los desafíos siguen siendo aquellos a los que hemos puesto foco ya en este último año. Por un lado, buscar y trabajar por la cohesión e inclusión sociolaboral, centrándonos en las personas para que desarrollen su proyecto vital y profesional en nuestra ciudad (especialmente los más jóvenes) y, en segundo lugar, promover la ciudad como polo internacional de innovación y emprendimiento, potenciando el impacto social de esa apuesta por la ciencia y la innovación. 

En este camino no debemos caer en la autocomplacencia y sí mirar y actuar con ambición, profundizando por ejemplo en nuestra propia capacidad como instrumento municipal, como herramienta y plataforma de innovación que contribuya a abordar los importantes retos que afrontamos desde el Ayuntamiento. Y debemos afrontar esta tarea de la mano también de la iniciativa privada, porque los retos que debemos abordar, por el nivel de desarrollo y de complejidad que requieren, debemos hacerlo de manera concertada, en colaboración, aunando intereses y conocimiento, buscando la complicidad, desde la generosidad y una mirada de futuro, generando espacios de conversación, orquestando acciones con impacto y sentido estratégico. Desde estas claves seguro que será un gran año. Urte berri on!

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