“Adecuar el Modelo Inclusivo Participativo de Empresa”

Juan Manuel Sinde, presidente de la Fundación Arizmendiarrieta

Juan Manuel Sinde, presidente de la Fundación Arizmendiarrieta Foto: Fundación Arizmendiarrieta

El pasado septiembre se cumplieron cuatro años de la aprobación por unanimidad de los Parlamentos Navarro y Vasco de una Proposición No de Ley (PNL) para el impulso de un Modelo Inclusivo Participativo de Empresa (MIPE) que conciliara el desarrollo de las personas y la competitividad empresarial.
Ambos Parlamentos se adelantaron así a una decisión histórica del Business Roundtable, probablemente el lobby empresarial más influyente en EE.UU., abandonando el principio que había guiado al mundo de los negocios en EE.UU., formulado por Milton Friedman en 1970, según el cual el único propósito de las empresas debería ser proporcionar el máximo valor al accionista. Sustituyéndolo por el de ofrecer una satisfacción equilibrada a los intereses de los distintos stakeholders.
El modelo concreto aprobado, con todo, ha ido adaptándose posteriormente a las sensibilidades específicas de colectivos y ámbitos geográficos diversos, en un doble sentido. Así, la oficina en Madrid del Global Compact de la ONU nos ha hecho notar la necesidad de concretar en mayor medida las responsabilidades medioambientales de la actividad empresarial, cuestión de la que las empresas no se pueden desentender.
En ese sentido, hemos incorporado una propuesta en la que se sugiere “evaluar anualmente el impacto medioambiental y fijar objetivos anuales de mejora, dándole un tratamiento de gestión al mismo nivel que los indicadores económicos”.
Pero, por otro lado, el contraste con sensibilidades empresariales y sindicales del País Vasco, el conjunto del Estado y la Unión Europea han puesto de manifiesto la falta de coincidencia en dos recomendaciones concretas que figuran en la PNL aprobada, ya que suscitan rechazos ideológicos y recelos prácticos en una mayoría de empresarios y directivos. 
Por ello, en la variante del Modelo que está siendo difundida por UNIAPAC, que agrupa a organizaciones de empresarios y directivos cristianos de 43 países de todo el mundo, no mantenemos la recomendación de fomentar la participación en la propiedad de la empresa, excepto en aquellos casos en que éstas lo consideren adecuado para la sostenibilidad y/o el desarrollo de su proyecto (empresas familiares con problemas de sucesión, start ups, empresas en crisis con viabilidad, intensivas en conocimiento...), priorizando a los mismos frente a otros posibles inversores a fin de reforzar, a la vez, el arraigo territorial de las empresas.
También hemos recibido sugerencias para complementarlo con una perspectiva de igualdad de género, que esperamos trabajar en un horizonte cercano.
En cualquier caso, podemos afirmar que el Modelo (https://arizmendiarrietafundazioa.org/documentacion/publicaciones/mipe-internacional-desarrollo-de-ambitos-orientaciones-y-posibles-indicadores) está despertando mucho interés en el ámbito empresarial cristiano a nivel internacional (recientemente hemos hecho una presentación del mismo en los Congresos y reuniones de la Economía de Francisco y UNIAPAC, en Bruselas, México, Asís y Roma, con más de 500 empresarios/directivos de 30 países distintos). 
Por otro lado, la promoción de los Premios Arizmendiarrieta nos está permitiendo conocer una realidad que está avanzando con decisión en las empresas hacia los valores y sistemas de gestión recomendados por el citado MIPE. Los premiados Alcorta Forging y Salto Systems, en la CAV, e Hidro Rubber y Seinsa, en Navarra son sólo la punta del iceberg de un grupo cada vez más numeroso de empresas en los que están presentes valores humanistas.
Es preciso recordar, por otro lado, que en la CAV ya hay otras iniciativas en esta dirección de humanizar la empresa para mejorar su competitividad. (Nueva cultura de empresa, de Adegi, y ekinBarri, de Cebek).
Subrayamos, en cualquier caso, que lo importante es que las empresas se pongan en marcha en un proceso de mejora en la dirección propuesta sin importar tanto la fórmula concreta que elija cada una. Recordando que, en frase de Arizmendiarrieta, “el ideal es hacer el bien posible, no el que se sueña”

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