“Por una estrategia vasca del talento: el futuro no se improvisa”

Asier Aloria, director de Formación, Talento y Empleo de Confebask

Asier Aloria, director de Formación, Talento y Empleo de Confebask.

Euskadi, como muchas otras regiones europeas, afronta una transformación demográfica profunda. La reducción de personas en edad de trabajar no es solo una tendencia proyectada, es una realidad actual que compromete tanto la sostenibilidad del sistema como la competitividad económica. La solución pasa por una visión ambiciosa y coordinada: desarrollar, retener y atraer talento. Desde Confebask abogamos por una Estrategia de País en materia de talento, construida desde la colaboración público-privada entre instituciones, empresas, sector educativo y agentes sociales.

Generar y desarrollar talento desde la raíz
El primer gran eje de esta estrategia es la generación y desarrollo del talento local. Tanto nuestro sistema vasco de formación profesional, como el universitario, tienen un papel crucial en este proceso. La inserción laboral debe comenzar desde la formación, con modelos duales, prácticas profesionales de calidad, y orientación más conectada con la realidad del mercado.  Esta última se convierte en estratégica. En la medida en que la juventud va a ser un bien escaso en Euskadi, debemos de facilitarles toda la información que necesiten para que libremente puedan elegir su futuro profesional y el itinerario formativo para alcanzarlo. Además, se requiere una mayor atención a la vocación científica, tecnológica y emprendedora, así como políticas activas para incrementar la presencia de la mujer en ciertos estudios.

Arraigar el talento: crear oportunidades
Según el Observatorio Vasco de la Juventud, en 2023 emigraron al extranjero 600 jóvenes de entre 18 y 34 años. Según los últimos datos de Lanbide, de los jóvenes que estudian un grado universitario en Euskadi, el 11% sale a otras comunidades autónomas, mientras que un 4% lo hace al extranjero. 

Esta tendencia no es nueva, y es desigual entre las universidades vascas; pero se agrava en sectores altamente demandados como Medicina, donde los índices de movilidad alcanzan el 27%. Para revertir esta situación, entendemos necesario abordar bajo esa Estrategia Vasca de talento, aspectos clave como: condiciones salariales y estabilidad laboral, acceso a vivienda, servicios que fomenten el arraigo, visibilidad y atractivo de las oportunidades profesionales en Euskadi, etc. No se trata solo de minimizar salidas, sino de que quedarse sea la mejor opción posible para las nuevas generaciones.

Atraer talento desde fuera: una necesidad estratégica
Euskadi no puede limitarse a su talento autóctono. En un mundo globalizado, la atracción de talento con diferentes niveles de cualificación—tanto de otras comunidades autónomas como de otros países— debe formar parte de la estrategia.
Según datos del Eustat, el actual saldo migratorio joven es positivo, gracias sobre todo a la llegada de jóvenes extranjeros. Pero no basta con atraer, hay que integrar y fidelizar ese talento. Para ello, se necesita:
     • Tramitación ágil en el reconocimiento de titulaciones extranjeras y en las autorizaciones de trabajo. 
     • Programas de acogida profesional y social.
     • Incentivos para el retorno de profesionales vascos en el exterior.
     • Imagen internacional de Euskadi como territorio atractivo para vivir y trabajar.

Una estrategia basada en datos, no en intuiciones
Uno de los obstáculos actuales es la falta de una fotografía integral del talento vasco. Existen datos fragmentados —procedentes del Eustat, Lanbide, Universidades o el Observatorio Vasco de la Juventud—, pero no un sistema unificado de información que permita tomar decisiones con rigor y basadas en datos reales.
Por ello, debiéramos de avanzar en la puesta en marcha de un Observatorio Vasco del Talento, que monitorice en tiempo real la evolución del talento en Euskadi: cuántos se forman, cuántos se quedan, cuántos se marchan y sus razones; o cuantos llegan.

Una llamada a la acción compartida
La estrategia de talento que Euskadi necesita no es un documento técnico ni un plan de marketing. Es una inversión de país, que requiere liderazgo político, complicidad empresarial y compromiso ciudadano.
El futuro no se improvisa. Si queremos una Euskadi innovadora, cohesionada y con oportunidades para todos, el talento —en todas sus fases— debe estar en el centro de nuestra agenda. Porque donde hay talento, hay futuro.

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