"La importancia de la orientación profesional a edades tempranas"

Asier Aloria, director de Formación, Talento y Empleo de Confebask

Asier Aloria, director de Formación, Talento y Empleo de Confebask Foto: Confebask

En Confebask llevamos ya muchos años monitorizando las necesidades de empleo y cualificación de las empresas vascas, en colaboración con nuestras organizaciones miembro (Adegi, Cebek y Sea). Y desde que iniciamos la serie -hace ya ocho años- aparecen recurrentemente dos cuestiones principales.
La primera, la ya sabida dificultad para encontrar los perfiles profesionales demandados. Tres de cada cuatro empresas vascas reconocen que les cuesta cubrir el puesto de trabajo que ofrecen. 
En este punto, dos pueden ser las principales explicaciones. De una parte, la particular evolución demográfica en Euskadi. Cada vez hay menos gente en edad de trabajar, y cada vez, menos jóvenes en particular: en los últimos cinco años, 15.000 menos en Euskadi. 
Pero, de otra parte, las empresas vascas nos manifiestan que, además de un problema cuantitativo, se hallan ante otro ‘cualitativo’. Se trata de una variable que afecta a empresas de todos los sectores, no sólo industriales,
-con especial incidencia quizá en ramas tecnológicas, pero no exclusivamente- que achacan buena parte de esa dificultad para encontrar personas con el perfil adecuado, a la falta de formación o especialización de los candidatos, a su falta de actitud e interés, y también a la falta de experiencia. 
Llegados a este punto es importante hacer dos matizaciones. En primer lugar, estamos hablando de lo que demanda la empresa privada en Euskadi, responsable del 85% del empleo en Euskadi. 
Y, en segundo lugar, no es que el sistema educativo vasco (en este caso, Universidad y Formación Profesional) no forme adecuadamente o con la calidad suficiente a sus alumnos. La alineación formación-empresa en Euskadi puede mejorarse -como todo-, pero no está en cuestión gracias, entre otras cosas, al trabajo conjunto de Confebask con Gobierno vasco, centros de FP y universidades.
El problema es otro. Lo que vemos gracias a los datos que nos aportan las encuestas que realizamos es que hay un importante desconocimiento y una clara desconexión entre los perfiles que piden las empresas y los estudios que elige gran parte de la juventud en Euskadi. 
Si cruzamos los datos de graduados en FP y universidades vascas con los perfiles que más piden las compañías vascas observamos lo siguiente: con relación a la Formación Profesional, tres de cada cuatro puestos de trabajo que ‘ponen en circulación’ las empresas vascas tienen que ver con ocho ramas concretas de FP que, sin embargo, sólo son elegidas por el 55% del alumnado. 
Hablamos de fabricación mecánica, informática, electricidad y electrónica, así como en instalación y mantenimiento. Es decir, casi la mitad opta por otros grados de formación profesional que sólo cuentan para uno de cada cuatro puestos de trabajo ofertados. 
Si nos referimos a la Universidad, vemos algo parecido: ocho de cada diez empleos que ofrece el sector privado en Euskadi se concentran en siete grados concretos que, sin embargo, sólo los eligen el 43% del total del alumnado universitario. El ‘gap’ es significativo en las ramas universitarias de ingenierías, informática y dirección de empresas. 
En resumen, nuestros jóvenes prefieren, en un porcentaje cercano a la mitad, estudios con menor salida profesional y personal. ¿Cómo es posible? Es aquí donde encaja la orientación en edades tempranas. 
Cada joven tiene derecho a estudiar lo que entienda que debe estudiar, o lo que más le guste. Faltaría menos. Pero también tienen derecho a poder elegir con conocimiento de causa, sabiendo qué perfiles concretos pide mayoritariamente el sector empresarial en Euskadi, y qué condiciones les ofrecen. La propia juventud vasca nos exige mayor nivel de información, para tomar una decisión tan importante. 
Sistema educativo, familias y empresas debemos trabajar juntos para mejorar en este ámbito.  Debemos avanzar en la mejora de un sistema vasco de orientación que ofrezca al alumnado, a sus familias, y a la sociedad en general, más información sobre las profesiones y los posibles itinerarios formativos en FP y Universidad. El actual proyecto de Ley Vasca de Educación es una magnífica oportunidad para abordarlo.

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