“Hemos aprendido mucho, consolidado la marca y aumentado la presencia en más países”
Amaia Arguiñano, directora general de Bodega K5
- Víctor Gardeazabal
- 01-Octubre-2025

Amaia Arguiñano, directora general de Bodega K5. Foto: Mantala Basque Gastronomy - Ane&Jose
A pesar de que la primera añada del K5 vio la luz en 2010, la bodega de Aia (Gipuzkoa) se ha convertido en una referencia dentro de la DO Getariako Txakolina y un destino con tirón para los amantes del enoturismo. La finca tiene una extensión total de 30 hectáreas, de las cuales 15 son de viñedo, compuesto únicamente por la variedad local Hondarrabi Zuri. Con la misma, K5 produce Kilima, su primer espumoso. La directora de la bodega, Amaia Arguiñano, destaca la consolidación de la marca y el aumento de sus exportaciones, aunque no oculta su preocupación por las noticias que llegan desde Estados Unidos.
K5 cumple este año su XX aniversario, y 15 años de su primera añada, ¿qué balance hace de su trayectoria?
El balance es muy positivo, sobre todo hemos aprendido mucho, hemos conseguido consolidar la marca y cada año estamos presentes en más países.
¿Cómo se presenta la nueva vendimia?
Cada vendimia es un reto. Este último verano ha sido muy cálido y húmedo, por lo que hemos tenido que hacer mucho trabajo de campo para que la uva llegue sana. Además, ha madurado mucho antes que el año pasado, entre 15 y 20 días antes. Como en todas las añadas, intentaremos que nuestros vinos expresen el clima y el paisaje lo mejor posible.
¿Cuántos litros/botellas piensan sacar al mercado?
Cada año varía un poco, pero creemos que estará en torno a las 70.000 botellas.
¿Cuáles fueron los resultados de 2024 en cuanto a producción, facturación y exportaciones?
La producción en litros ha disminuido un poco, pero se mantiene la facturación, ya que cada vez elaboramos vinos más premium, con procesos más largos y complejos, por lo que tienen más valor añadido. En exportación, los países más importantes siguen siendo Estados Unidos y Japón, pero estamos abriendo mercados nuevos como, por ejemplo, Canadá. Para 2025, el objetivo es mejorar las ventas en exportación, buscando nuevos países, seguir consolidando la marca a nivel nacional y estar presentes en más sitios en el ámbito local.
¿Alguna novedad en materia de enoturismo? ¿Cómo van las visitas este año?
Este año, de momento, hemos recibido más visitas en la bodega, concretamente un 10% más que el año pasado en el mismo periodo, y cada vez nos solicitan más del tipo premium, donde se pueden catar añadas antiguas de K5 con 10 años de botella o de Kaiaren 2016, que está criado 48 meses sobre sus lías. Se percibe que, poco a poco, el cliente va apreciando más este tipo de vinos, txakolis que envejecen favorablemente en botella, pero aún nos queda mucho que comunicar.
¿La bodega tiene prevista alguna inversión reseñable a corto-medio plazo?
Tenemos previsto elaborar más cantidad del nuevo espumoso Kilima, y haremos pruebas para seguir mejorando el producto.
Está el sector vitivinícola vasco, el del txakoli también, preocupado por las noticias que llegan desde Estados Unidos por los aranceles. ¿Comparte esa preocupación, teniendo en cuenta que es un mercado de peso?
Sí, también nos está afectando, pero aún tenemos mucha incertidumbre. Tendremos que esperar para ver si el cliente final se hace cargo del arancel. De momento muchas bodegas importadoras estamos asumiendo ese porcentaje para que los precios no varíen mucho, pero llegará un momento en el que el cliente lo tendrá que asumir y es posible que entonces bajen las ventas.
KILIMA, EL PRIMER ESPUMOSO
K5 ha lanzado al mercado Kilima, su primer espumoso creado con el método ancestral con uva 100% hondarribi zuri, “un vino elaborado con mucho mimo”, según enfatiza Amaia Arguiñano. A través de una sola fermentación espontánea que termina en botella, sin filtrar, ni clarificar, Kilima tiene, según describe Arguiñano, “una burbuja muy fina, mucha frescura y mucha personalidad”. En su opinión, “está elaborado para los que buscan autenticidad en cada copa”.