El futuro de la innovación pasa por la mayor de las fortalezas: el proyecto compartido de personas. Innovar en la era de la revolución permanente, de la omnipresencia de la tecnología, y de la imaginación convertida en realizable, sigue siendo un reto. Innovar supone visión, sensibilidad para percibir oportunidades y necesidades donde aparentemente no las hay, asunción de riesgo, constancia, flexibilidad y paradójicamente, seguridad en el objetivo a conseguir. Pero en la era del networking, de la colaboración individual sin fronteras, la Innovación sigue exigiendo, además, el compromiso de un proyecto compartido.
La innovación tanto en el sector sanitario como en el asegurador está hoy muy ligada a la digitalización y la incorporación de nuevas tecnologías terapéuticas capaces de aportar un servicio cada vez más excelente al cliente. En el caso de IMQ nuestros esfuerzos están volcados en la mejora de nuestras plataformas tecnológicas, el aporte de elementos de valor añadido como la historia clínica en movilidad, la consulta y video consulta online, productos y servicios personalizados, atención multicanal, información y técnicas que ayude a la población a contar con hábitos de vida saludable y un largo etcétera.