Expertos internacionales de Singularity University, institución en Silicon Valley dirigida a impulsar el liderazgo transformacional, estiman que en los próximos cinco a 10 años se producirán más y mayores cambios tecnológicos que los experimentados en el último siglo. Para adaptarse a esta transformación continua se va a requerir de una perspectiva diferente, una mentalidad abierta capaz de comprender cómo las tecnologías disruptivas transforman sectores económicos fundamentales para nuestro estilo de vida, como el financiero, y abren la puerta de entrada a nuevos modelos innovadores.

En el ámbito de la financiación empresarial, como en el resto de los sectores, únicamente conseguiremos un ecosistema competitivo que actúe como motor del desarrollo económico del territorio, conociendo e impulsando soluciones innovadoras.

En este contexto, las tecnologías descentralizadas y, en concreto, ‘blockchain’, se perfilan como una de las tecnologías con mayor potencial de reinventar los servicios financieros. Esta base de datos descentralizada y distribuida, que mantiene un registro continuo de transacciones ordenadas en bloques, permite transacciones directas entre las partes, más rápidas, seguras y económicas.

Una de sus aplicaciones más prometedoras en las finanzas y con posibilidad de generar nuevos modelos de inversión y financiación es la tokenización de activos financieros. La tokenización consiste en convertir activos financieros, como bonos o acciones, en tokens digitales que pueden ser intercambiados en una ‘blockchain’.

La tokenización ofrece ventajas significativas como la mayor liquidez al permitir el fraccionamiento de activos, mayor transparencia y reducción de costes e intermediarios, y, además, está emergiendo como una solución innovadora que abre nuevas vías de financiación para el crecimiento empresarial.

A pesar de su potencial, ‘blockchain’ y la tokenización enfrentan varios desafíos como la escalabilidad, el consumo energético, la interoperabilidad entre distintas ‘blockchains’ y la supervisión regulatoria o su elevada complejidad técnica.  Sin olvidar que la innovación depende, también, de la capacidad humana para adoptarla y aprovecharla.

Tenemos las herramientas y las habilidades para la innovación y para avanzar hacia la transformación del ecosistema financiero e inversor y reforzar así la competitividad de nuestro tejido empresarial e industrial. Lo que realmente necesitamos es un cambio de mentalidad.

Para no quedarnos atrás en esta revolución tecnológica, en BasqueFIK, el clúster financiero e inversor de Euskadi, impulsamos la innovación financiera como uno de los ejes clave de nuestra actividad, a través de la promoción de estrategias financieras innovadoras, la colaboración con agentes científicos-tecnológicos y la organización de jornadas sobre tecnología e innovación en el sector.