Petronor realizó en el periodo 2015-20 un análisis estratégico que le llevó a definir un plan en el que identificó la innovación como uno de los pilares fundamentales para el futuro. Ello derivó en la creación de su filial Petronor Innovación, en 2016, con el fin de fomentar la innovación abierta, la coordinación y el desarrollo de capacidades tecnológicas en un entorno de alta especialización. Su gerente, Elías Unzueta, afirma en este sentido que “la innovación impregna todos los proyectos que estamos desarrollando”, y que aspectos como la digitalización, la robótica, la inteligencia artificial, la conectividad 5G, etc. son clave en todos los procesos actuales. También destaca las “iniciativas de economía circular como oportunidad de descarbonización, un proceso verdaderamente imparable del que somos punta de lanza”. Para afrontarlo, la firma se ha focalizado en dos vectores, por los que apuesta “con decisión”: los biocombustibles avanzados y sintéticos (e-fuels) -el año que viene construirá una planta demo de estos últimos- y el hidrógeno -ya ha puesto en marcha el primer electrolizador que lo produce en Euskadi, de 2,5 MW-, que permitirá descarbonizar sectores cuya electrificación es difícil, así como sostenibilizar el transporte pesado de larga distancia.

¿Qué beneficios conlleva la transición energética en el ámbito de los combustibles?
El principal beneficio de la transición energética en los combustibles es la reducción de la huella de carbono de los mismos. Esto lo llevamos haciendo progresivamente desde hace más de 15 años con la incorporación de componentes bio en los combustibles convencionales por encima del 10% en la actualidad. Además, estamos desplegando en la red comercial el acceso a biocombustibles con un contenido 100% bio. Por otro lado, en un ámbito más tecnológico, estamos dando pasos más allá con el desarrollo de los combustibles sintéticos y otros vectores energéticos descarbonizados que nos permitirán avanzar hacia las cero emisiones netas.

¿Qué papel juegan los biocombustibles en este sentido?
El papel de los biocombustibles avanzados es clave por su inmediatez. Utilizando las infraestructuras de almacenamiento y distribución ya existentes y, más importante, alimentando la flota de vehículos actual, podemos incorporar biocombustibles que reducen las emisiones de CO2 hasta un 90%. Los biocombustibles avanzados son un producto por el que estamos apostando con decisión, ya que nos permiten ser partícipes de la transición a la sociedad en su conjunto, sin necesidad de cambios a nivel de usuario de la energía. Son, en resumen, la punta de lanza, el lugar en el que comienza todo este proceso de transformar estos productos en una actividad sostenible y descarbonizada.

¿Cuáles son los pilares de la innovación en el ámbito de los carburantes?
La innovación en el ámbito de los carburantes está muy ligada a la descarbonización tanto de su producción como de su uso. Desde el punto de vista productivo, la eficiencia de los procesos de producción es fundamental, con un especial punto de atención en la eficiencia energética, la electrificación y el uso de energías sostenibles. Desde el punto de vista de las materias primas, destacaría el reto de la incorporación eficiente de residuos en la producción de biocombustibles en los procesos actuales. Por el lado producto, resulta clave también el control y la certificación de las propiedades de los productos para ser utilizados de un modo óptimo en los diferentes sectores, tanto el vehículo ligero como el transporte por carretera, así como los transportes aéreo y marítimo. Por último, la innovación más radical, como son los combustibles sintéticos obtenidos a partir de CO2 capturado e hidrógeno proveniente del agua, que suponen reproducir el ciclo del carbono de un modo sostenible.

“La innovación impregna todos los aspectos de los proyectos; es el 'driver' fundamental que ha permitido atacar con eficacia estos retos”

¿Qué retos enfrenta en esta materia Petronor?
Petronor es la punta de lanza de un proceso verdaderamente imparable. En plena pandemia, en junio de 2020 nos pusimos en marcha con un proceso de descarbonización con la apuesta por el hidrógeno y por los combustibles sintéticos. De lo que todo el mundo habla ahora, ya lo dijo Petronor en 2020 y los retos son lograr el equilibrio entre la sostenibilidad y la rentabilidad porque solo procesos rentables pueden ser sostenibles.

Y, ¿de qué forma lo afronta y qué papel juega en este proceso?
Petronor cuenta con dos socios que son Kutxabank y Repsol que apuestan claramente por los procesos de descarbonización y de innovación permanente. Por ello, nuestra ambición es máxima, pretendemos liderar la transición energética siendo punta de lanza de la transformación industrial, sin perder la perspectiva de una transición justa y tecnológicamente neutra que permita desarrollar al máximo todas las oportunidades. Desde Petronor entendemos que la transición es también una oportunidad de desarrollo del tejido tecnológico e industrial y asumimos un rol tractor en el avance de dichas capacidades en nuestro entorno.

¿Qué desarrollos concretos ha materializado en este sentido?
Dentro de los desarrollos de estos últimos años, mencionar el liderazgo en el consenso a nivel país para el desarrollo de la economía del hidrógeno renovable, materializado en la creación del Corredor Vasco del Hidrógeno (BH2C). Como ejemplo concreto de este liderazgo, resaltaría el proyecto más reciente, la puesta en marcha del electrolizador de 2,5 MW que nos está permitiendo la producción del primer hidrógeno renovable en Euskadi. Otro ejemplo es la planta demo de combustibles sintéticos (e-fuels) cuya construcción esperamos acometer el año que viene.

¿Qué representa la innovación en todas estas iniciativas?
La innovación impregna todos los aspectos de los proyectos que se están desarrollando. Tomando como ejemplo el proyecto de hidrógeno mencionado, ya en el propio análisis inicial de un proyecto con tecnología en desarrollo para obtener un producto más caro que el incumbente para un mercado todavía inexistente, la visión innovadora es el 'driver' fundamental que ha permitido atacar con eficacia dichos retos. Y lo hemos conseguido. Unos años después, hemos participado y aprendido en el desarrollo de la tecnología y hemos generado un modelo de negocio viable apalancado en nuestras capacidades industriales y el acompañamiento a los primeros consumidores de movilidad y otros sectores.

¿Cuál es el modelo de innovación de Petronor?
El modelo de innovación de Petronor se basa en tres pilares: favorecer la generación de conocimiento participando en proyectos tanto internos, con nuestro TechLab del Grupo Repsol, como externos, en los que destacaría la colaboración con la Red Vasca de Ciencia, Tecnología e Innovación (RVCTI), así como proyectos europeos. También hemos participado en iniciativas de innovación abierta y lanzamiento de retos al ecosistema. Por otro lado, el desarrollo de proyectos innovadores para ser testados en nuestras instalaciones como iniciativas demo o piloto y habilitar su escalado industrial posterior. Aquí mencionaría el programa digital del grupo y los proyectos de hidrógeno, combustibles sintéticos y economía circular. Y, por último, la transformación cultural y organizativa, como elemento clave y necesario para la adopción de la innovación.

Y en este modelo, ¿qué protagonismo tiene la digitalización y las nuevas tecnologías?
La digitalización y las nuevas tecnologías son clave para avanzar en la eficiencia y fiabilidad de nuestros procesos actuales y futuros. Esto incluye el uso de la robótica, la conectividad 5G o la inteligencia artificial. También para la transformación industrial en la que estamos inmersos para la descarbonización de nuestros productos, una línea que cubre desde los biocombustibles avanzados, el vector hidrógeno y los e-fuels, por ejemplo. Y, por último, también son fundamentales para el desarrollo de iniciativas de economía circular como oportunidad de descarbonización, para la transformación en materias primas de residuos actuales, con especial foco a los que actualmente no se valorizan y acaban en vertedero. Se trata de herramientas habilitadoras que se van incorporando progresivamente y desde hace tiempo en nuestros procesos productivos. Su uso también nos permite avanzar en la seguridad de nuestras actividades (detección temprana de desviaciones), en la fiabilidad de las instalaciones (mantenimiento predictivo y prescriptivo) y el apoyo en las decisiones clave del negocio como son la planificación y previsión de escenarios (modelos retroalimentados). 

¿Está, con todos los avances que comenta, la compañía preparada para cumplir con los objetivos que se ha fijado en materia de descarbonización?
El objetivo de Petronor es coherente con el de Repsol; es decir, ser una compañía de cero emisiones netas en 2050. Para conseguirlo, tenemos fijados objetivos intermedios que se irán cumpliendo según se vayan materializando los diferentes proyectos del programa de transformación del grupo. Día a día nos vamos preparando para ello; la puesta en marcha del electrolizador de 2,5 MW, las mejoras de la eficiencia, los nuevos combustibles que estamos desarrollando desde el SAF hasta los combustibles sintéticos que se producirán en 2025 son pasos sólidos en esa descarbonización.

¿Qué retos debe afrontar para lograrlo?
El primer reto es tener una regulación estable que permita dar seguridad a los proyectos que estamos poniendo en marcha y favorecer su desarrollo. No pedimos nada que no se haya hecho antes, se hizo por ejemplo con la energía eólica en el momento que se puso en marcha. Pongámoslo ahora también con proyectos de descarbonización como pueden ser el hidrógeno y los combustibles sintéticos.

Citaba antes el nuevo electrolizador de 2,5 MW. ¿Qué supone su reciente puesta en marcha?
Supone la confirmación de que en Europa somos capaces de desarrollar toda la cadena de valor entorno al hidrógeno, tenemos la tecnología, conocimiento y capacidad para elaborar un electrolizador que produzca hidrógeno renovable, lo que significa que estamos en la senda tecnológica correcta y que podemos seguir avanzando en este camino para jugar un papel relevante en este vector energético que está llamado a ser clave en la descarbonización de la energía. 

LA MOCHILA

1. Una regulación estable que nos dé no solo confianza sino también certeza de que los desarrollos tecnológicos que estamos desarrollando vamos a poder llevarlos a cabo.

2. Personas, porque las personas seguimos siendo clave en todos los procesos de innovación, nuestras ideas y razonamientos son fundamentales en cualquier innovación.

3. En estos momentos, la inteligencia artificial, porque no debemos luchar contra ella sino aliarnos con ella y ver cómo integrarla en las organizaciones de la misma manera que hemos integrado en su día los ordenadores o posteriormente la digitalización.