Más incertidumbres que certezas en torno al Perte Chip

{ Ayudas Aún no se conocen las bases para optar a los 12.250 millones que prevé movilizar

El desarrollo de la industria de la microelectrónica y los semiconductores puede ser una oportunidad para el sector TEIC.

La industria vasca del sector sigue su hoja de ruta al margen del Perte de microelectrónica y semiconductores 
que, aunque fue aprobado en mayo de 2022, todavía sigue sin materializarse. 

El Perte de microelectrónica y semiconductores, conocido como el Perte Chip, no es un maná llovido del cielo al que espera el sector de Industrias de Conocimiento y Tecnologías Aplicadas en Euskadi, que continúa su camino paralelo a ese plan que prevé movilizar una inversión pública de 12.250 millones hasta 2027. “No podemos estar esperando, necesitamos avanzar con nuestros recursos y compromisos”, explican desde GAIA respecto a un proyecto del que se siguen sin conocer las bases reguladoras para poder acceder a sus subvenciones, pese a que en mayo se cumplirá un año de su aprobación en el Consejo de Ministros. 
El clúster vasco no oculta que “sería deseable que Euskadi pudiera acelerar algunas de sus apuestas, apoyadas desde el Perte Chip, que es un recurso importante”, pero no fían su solvencia y competitividad a esa inyección económica, ya que “hoy pesan más las incertidumbres que las certezas”. El Perte tiene previsto lanzar sus ayudas en el primer semestre del 2023 y “cuando se abran las convocatorias” se verá cómo encajan las apuestas de GAIA y si son priorizadas.  

Cuatro ejes estratégicos  El Perte Chip abarcará toda la cadena de valor: concepción, diseño, producción de chips y dinamización de la fabricación de productos electrónicos TIC, para que actúe como generadora de demanda de los microchips producidos, e impulso al ecosistema emprendedor de semiconductores.  
La estrategia incluye varios radios de acción. El refuerzo de la capacidad científica, a la que se prevé destinar 1.165 millones, pretende fortalecer la I+D sobre microprocesadores de vanguardia y arquitecturas alternativas y la fotónica integrada, desarrollar chips cuánticos y reforzar el Proyecto Importante de Interés Común Europeo (IPCEI) de Microelectrónica y Tecnologías de la Comunicación. La estrategia de diseño, por su parte (1.330 millones), potenciará la capacidad en el diseño de microprocesadores de vanguardia y arquitecturas alternativas mediante empresas ‘fabless’. 
La inversión más elevada, 9.350 millones de euros, está prevista para la construcción de plantas de fabricación de semiconductores de tecnología de vanguardia y de gama media. Y, por último, se destinarán 600 millones a la dinamización de la industria de fabricación TIC. Por un lado -200 millones- creando un fondo de capital centrado en los chips para financiar startups  scaleups y pymes innovadoras del sector de semiconductores y, por otro, fortaleciendo la fabricación de productos electrónicos para que ejerza de tractor sobre la industria de semiconductores. 

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