Euskadi aprueba en la reducción de emisiones, pero debe acelerar en renovables

El aerogenerador marino flotante DemoSATH, una de las instalaciones renovables en Euskadi. Foto: Irekia

Una inversión de 413,9 millones, superando el presupuesto inicialmente estimado, y 88 actuaciones agrupadas en quince iniciativas emblemáticas, sirvieron a Euskadi para elevar hasta un 33% su reducción de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) respecto a 2005 en el período 2021-2024. Así lo atestigua el informe final de evaluación del Plan de Transición Energética y Cambio Climático 2021-2024 (PTECC) que si bien otorga un notable al territorio vasco en lo que a reducción de emisiones se refiere, también le insta a acelerar en los próximos cinco años en materia de energías renovables, donde no ha cumplido con las expectativas. 
El objetivo marcado en lo referente a las cuotas de energía verde para este período de tres años era del 20% y el resultado ha sido del 17,1%. La producción y consumo del hidrógeno, así como la transición energética en la administración pública, lastran especialmente ese desarrollo renovable a pesar del 100% que alcanza, a tenor del informe, la iniciativa sobre la energía solar fotovoltaica. 
Nueva Estrategia 2030
Todo ello pese a esa inyección económica superior a 400 millones que, además de concretarse en 88 actuaciones, con un 75% de grado de avance global de las mismas, impactaron en la economía vasca de forma positiva al aumentar el PIB en 160 millones de promedio al año y generar 2.103 empleos anuales entre 2021 y 2024. 

El informe final del PTECC sitúa en un 33% la reducción de emisiones GEI respecto a 2005, pero por debajo del objetivo del 20% la cuota de energías verdes

Por encima de todas las actuaciones llevadas a cabo en el marco del PTECC destaca la aprobación en febrero del año pasado de la Ley vasca de Transición Energética y Cambio Climático, que será la que marque la pauta en esta materia desde ahora hasta 2030. Además, se han materializado iniciativas en ámbitos como el de las energías renovables, el hidrógeno, la movilidad sostenible, la eficiencia energética en edificios, la economía circular, la resiliencia del territorio costero o la concienciación ciudadana. 
En estos tres años, desde la iniciativa Ekiola, se ha impulsado la creación de doce comunidades energéticas; el Corredor Vasco del Hidrógeno ha fomentado la instalación de un electrolizador de 10 MW; se ha fomentado la electrificación de la movilidad a través del programa MOVES III; se han logrado ahorros energéticos de 5.778 MWh en edificios o se ha analizado la vulnerabilidad y el riesgo de subida del nivel del mar, además de gestionar el riesgo de inundación en tramos fluviales de Euskadi. 
Son algunas de las actuaciones que se han llevado a cabo en los tres últimos años en materia de transición energética y cambio climático. Iniciativas a las que ahora les toma el relevo, en el marco de la nueva Ley, la elaboración de una hoja de ruta a largo plazo y de la primera Estrategia de Transición Energética y Cambio Climático de Euskadi para 2030, que serán las que adopten a partir de ahora las medidas a implementar. 

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