Vuelta de tuerca para reposicionarse en el panorama europeo
- Imanol Fradua (Guía de la Innovación 2025)
- 23-Diciembre-2025
Los robots son parte fundamental en las plantas vascas de automoción.
La fabricación fue, es y será seña de identidad de una Euskadi que se resitúa para posicionarse entre los referentes industriales europeos. Las tensiones geopolíticas, las guerras, las complejidades para el suministro de materias primas, los aranceles de EE.UU., que en el caso del acero pueden llegar al 50%, y una China que sigue inundando los mercados internacionales, convierten en más necesario que nunca dar pasos en favor de la reindustrialización europea. Un proceso del que Euskadi quiere ser protagonista y para ello ha activado diferentes instrumentos, el más importante el Plan de Industria 2030 y sus proyectos transformadores.
Bajo los ejes de ‘Más Industria, Mejor Industria y Menos Emisiones’, el Plan de Industrias Euskadi 2030 busca reforzar la base industrial vasca, incrementar su competitividad sostenible, aumentar su contenido tecnológico y alinearla con las grandes prioridades de la política industrial europea. En un mundo marcado por la competencia geoestratégica, la reorganización de las cadenas de valor y la creciente presión para lograr autonomía en sectores industriales clave, se quiere aumentar el peso de la industria en la economía vasca, no solo en términos cuantitativos —más inversión, más empleo, más capacidad exportadora—, sino también cualitativos: mayor dimensión empresarial, más atracción de inversión extranjera, más internacionalización y nuevos proyectos industriales de alto impacto.
Además, esta hoja de ruta, gracias a los llamados proyectos transformadores, persigue elevar la calidad tecnológica y organizativa de la industria vasca. Una industria que no solo sea de mayor dimensión, sino también mejor preparada para anticiparse a los cambios, adoptar tecnologías disruptivas, integrar digitalización y ciberseguridad en sus procesos, atraer y retener talento, y avanzar hacia formas de organización más sostenibles, inclusivas y resilientes. Euskadi se alinea así con los objetivos europeos de liderazgo tecnológico e innovación inclusiva, desarrollo de capacidades estratégicas en IA, y avance hacia una unión de capacidades que garantice el empleo de calidad y el aprendizaje permanente.
Paralelamente a esta estrategia de largo plazo, se mantienen los programas más habituales, como el Plan de Ayudas, que en este 2025 está dotado con cerca de 500 millones de euros. Incluye las áreas de Desarrollo Industrial, con programas clave como Gauzatu Industria (28 millones de euros), Indartu (20 millones) o Renove Smart Industry (ocho millones); Emprendimiento, con Ekintzaile y Ekintzaile+ (2,7 millones); e Internacionalización, con Nazioarteko Gauzatu (cinco millones), Zabaldu (4,5 millones) y las Becas Global Training (6,45 millones) y BEINT (3,6 millones). Por su parte, en las áreas de Tecnología e I+D, con programas como Hazitek (120 millones), Emaitek Plus (58,6 millones) o Elkartek (47 millones); Innovación, con Fast Track Innobideak (10 millones) o Hazinnova (2,7 millones); y Transformación Digital, con Industria Digitala (7,5 millones) o Ciberseguridad Industrial (4,5 millones). Y, por último, el tercer bloque recoge los apartados destinados a Descarbonización, donde residen programas como Generación eléctrica para autoconsumo y electrificación de los consumos térmicos mediante energías renovables (80 millones), Descarbonización Industrial (22 millones) o Energías Marinas (2,5 millones); y Economía Circular, con Ayudas para Proyectos de Medio Ambiente (cinco millones) y Ayudas de Ecoinnovación Circular (1,5 millones).
▶ La manufactura avanzada incorpora las últimas tecnologías digitales, trabaja desde una óptica sostenible, colabora en la descarbonización o investiga en nuevos materiales y procesos ◀
Máquina-herramienta
Casi tres cuartas partes de la cifra de negocio en máquina-herramienta en el Estado, un 72% más concretamente, se genera en Euskadi, lo que demuestra el altísimo potencial industrial con el que cuenta la CAV para ser imprescindible en el renacimiento de la M-H a nivel europeo, que se enfrenta a un conjunto de retos de importancia en el futuro próximo, entre los que destaca la gestión de la transición climática, de los efectos de las transformaciones tecnológicas y del cambiante contexto geopolítico. Ante la llamada de Bruselas, el sector vasco ha echado mano de iniciativas en la aplicación de nuevas tecnologías como la impresión 3D, la automatización o la robótica para insertarlos en sus procesos productivos. Un sector, el de la fabricación avanzada, muy afectado por la política de aranceles, por lo que cuenta con una mesa específica para analizar la evolución de la situación y las medidas a tomar. El sector invierte en I+D+i alrededor de un 6% de su facturación, por encima de la media vasca, siendo actualmente los proyectos más disruptivos los relacionados con la computación cuántica y la inteligencia artificial.
Ejemplo de ello es el salto dado por Danobat hacia el sector de la robótica con la gama DMTR, unos robots de precisión que redefinen los estándares de exactitud y eficiencia, ofreciendo una solución pionera que combina la flexibilidad de un robot con la estabilidad y precisión de una máquina herramienta. Elaborado en colaboración con el centro tecnológico Ideko, la compañía guipuzcoana ha desarrollado sistemas específicos de dinámica y control para robots, estableciendo nuevas capacidades tecnológicas más allá del estado del arte. Según Xabier Alzaga, CEO de Danobat, “la gama DMTR combina la precisión y estabilidad de una máquina herramienta con la agilidad y flexibilidad de un robot de seis ejes, abriendo nuevas formas de producción para sectores clave como aeronáutica, automoción y energía”.
Automoción
Con una Europa que continúa debatiéndose entre la prohibición de los motores de combustión en 2035 y la necesidad de atemperar estos plazos, con un tímido despliegue del vehículo eléctrico en España, la automoción está inmersa en una crisis que amenaza con retrasar algunos de los proyectos de I+D más destacados que se vienen ejecutando. Algunos de los retos pendientes de un sector que el pasado ejercicio facturó poco más de 25.349 millones de euros, un 1,3% más que en el ejercicio anterior –una cifra que no contempla el peso específico de Mercedes Benz Vitoria- se han quedado guardados en el cajón ante el complejo panorama que atraviesa la industria automotriz. Sabido, además, el sobrecoste de 350 millones de euros para la industria vasca por los aranceles impuestos por Estados Unidos, lo cierto es que muchas compañías han optado por la fórmula de resguardarse en México para orillar esa situación. Si a ello se le suma la débil situación que atraviesan Alemania y Francia, el panorama se vuelve más gris.
Pese a la adversa situación, Euskadi sigue a la cabeza de la innovación en automoción. Ejemplo de ello son proyectos como los que manejan Cikautxo Group -soluciones para la movilidad mediante fluidos en vehículos de nueva movilidad-, Fagor Ederlan Group, NX Technologies, PMG Polmetasa, RPK Group –todos ellos en el área de los motores eléctricos, inversores y sistemas de gestión de baterías (BMS)- o CIE Automotive, Industrias GOL y Teknia –con soluciones estructurales ligeras para la automoción-. La digitalización se está abriendo paso a marchas forzadas en una máquina-herramienta que apuesta por la adopción de nuevas tecnologías que impulsan la automatización de tareas, permitiendo un control más preciso en tiempo real, así como la precisión.
Ferrocarril
El sector del ferrocarril, por el contrario, pasa por un esperanzador momento de reinvención con un horizonte de crecimiento del 3%, cuando el volumen de mercado es en la actualidad de 177.000 millones de euros anuales, según la Asociación de la Industria Ferroviaria Española (Mafex). Siendo su clara apuesta por la investigación y la innovación una de las características clave de la industria ferroviaria española (el 4% de la facturación es invertida en acciones de I+D), así como el desarrollo tecnológico, Euskadi cuenta con un importante volumen de empresas con presencia internacional como CAF, Talgo, Amurrio Ferrocarril y Equipos o Arca Catenary, así como una gran industria auxiliar conformada, además del efecto tractor que ejerce sobre la máquina-herramienta.
Así, los proyectos de innovación que se vienen ejecutando apuntan a cuestiones como el desarrollo de soluciones de movilidad más eficiente y sostenible, como es el caso de la iniciativa Haritza 2 –en la que toma parte Arca- que está enmarcada en el programa Hazitek, o Airdrive, en el que participa CAF, cuyo objetivo es abrir una nueva etapa de investigación que permitirá redefinir los estándares de diseño y mantenimiento de los reductores ferroviarios, contribuyendo a la evolución del sector hacia la digitalización y reducción del impacto ambiental de la movilidad ferroviaria. Por su parte, Amurrio Ferrocarril y Equipos (Amufer) está llevando a cabo investigaciones en el proyecto DES2 sobre endurecimiento de los cruzamientos de desvíos ferroviarios, así como desarrolla el proyecto Sifon, que estudia un cambio radical en el manejo de emisiones difusas, desarrollando un equipamiento de alta tecnología basado en IA para reducir las emisiones ambientales.
Siderurgia
La siderurgia, de larga tradición en Euskadi, está transitando por unas turbulencias originadas por el impacto arancelario en EE.UU. -Donald Trump aumentó las tasas a la importación de acero y aluminio del 25% al 50%-, la fuerte competencia de los países asiáticos, especialmente China, los altos costes energéticos y la lenta adaptación al uso del hidrógeno para descarbonizarse. De hecho, Siderex, afirma que “en un sector que factura unos 5.400 millones de euros, exporta el 60% de su producción y emplea a 20.000 personas directamente, la incertidumbre es un factor muy importante”. Su director, Asier San Millán, asegura que, a pesar de ello, “el sector no se detiene” y avanza en aspectos como “digitalización, inteligencia artificial, automatización y proyectos de I+D+i para reducir emisiones, mejorar el reciclaje o incorporar hidrógeno verde en sus procesos productivos”.
Es el caso de Sidenor, que está inmerso en el proyecto Slagval que persigue establecer nuevos procesos de valorización de escorias optimizados y sostenibles para fabricación de hormigones y mezclas bituminosas destinados a aplicaciones de alto valor añadido, cuyo objetivo principal es reducir los residuos de escoria de acería enviados a vertedero y aumentar su calidad para su aprovechamiento en aplicaciones de mayor valor añadido. O el de Sarralle, que recientemente ha alcanzado un importante hito en el camino hacia la descarbonización industrial con la finalización exitosa de un innovador sistema de combustión con hidrógeno verde y oxicombustión en la planta de ArcelorMittal Olaberria. Este proyecto concreto supone un gran avance en la aplicación de tecnologías de hidrógeno verde y oxicombustión en la industria siderúrgica. Diseñado, fabricado e instalado íntegramente por Sarralle, el sistema permite que el horno de recalentamiento de laminación funcione al 100% con hidrógeno verde en lugar de gas natural, eliminando por completo las emisiones de CO₂ derivadas de la combustión.
Aeronáutica
Dotado de un notable músculo que le ofrecen pesos pesados del sector a nivel mundial, como ITP Aero o Aernnova, así como una amplia cadena de valor –con firmas como Lazpiur, Korta, Ekin…-, el sector aeronáutico pasa por un excelente momento. Tras un 2024 en el que registraron crecimientos de “un 14% en el empleo y un 20% de la facturación”, gracias a unas ventas agregadas de 3.459 millones de euros que marcan un “récord histórico”, el futuro se presenta halagüeño para un ámbito que “sigue demostrando su fortaleza y capacidad de adaptación, con grandes esfuerzos en mantener y contratar más personal, con inversiones en capacidades y por la continua apuesta tecnológica del sector en inversión en I+D+i”, según explicaron los responsables de Hegan.
Y es que la innovación, vinculada al conocimiento y desarrollo tecnológico, “se ha convertido en el motor y elemento diferenciador que ha permitido mantener la competitividad, ya que los programas y actividades de I+D+i desarrollan no solo nuevas tecnologías y productos, sino que mejoran los procesos industriales, haciéndolos cada vez más competitivos y limpios, y otorgando al sector su carácter estratégico”, profundizaron desde Hegan. En este último año, las inversiones en I+D+i de los socios del clúster han correspondido al 6,2% sobre las ventas; “de este modo, el sector sigue siendo uno de los más intensivos en I+D+i. Además, el futuro se presenta halagüeño, ya que la flota mundial pasará de los 24.000 aviones actuales a unos 48.000 en 2043. Para poder participar de este crecimiento, están activos proyectos como Haizebot, investigación de sistemas de captura 3D para posicionamiento de sistemas robóticos en tiempo real e inspección de calidad de componentes en aeroestructuras, liderado por Aernnova, con la participación de Danobat, Mecanizados Vitoria, Kendu, Automatch y Metrología Sariki; o iniciativas para la fabricación de sistemas complejos, integrando medios de autoaprendizaje de posicionamiento de robot y sistemas de previsión de visión para la optimización de los tiempos de captura, como Confles.
A destacar también el auge que viene experimentando el sector aeroespacial, una actividad que gracias a la incorporación de nuevas figuras con una clara orientación comercial, el incremento de inversiones privadas, la demanda de nuevos servicios y operaciones relacionados con la observación terrestre y las comunicaciones, y la apuesta por parte de las administraciones para desarrollar nuevas y potentes misiones, experimentado un notable crecimiento en los últimos años. Con Satlantis y AVS como punta de lanza, además de Sener, la Agencia Espacial Europea (ESA) estima que en 2030 orbiten 100.000 satélites, octuplicando la cifra actual.
Industria naval
Con expectativas de crecer en facturación y en cartera, el FMV traza unas positivas perspectivas del sector naval vasco, a pesar de la dura competencia asiática. El clúster se centra en potenciar la internacionalización y la I+D+i, enfocada al desarrollo de tecnologías limpias y la digitalización, la especialización en nichos de mercado de alto valor añadido y la búsqueda de alianzas estratégicas a nivel internacional como palancas para garantizar un próspero futuro para un ámbito que, además de dar empleo directo e indirecto a 28.000 personas, tiene un peso del 4,7% en el PIB vasco y reinvierte el 5% de la facturación en I+D+i.
Sarai Blanc, directora del FMV, apunta a que el sector marítimo vasco se encuentra “en un momento de crecimiento, y la industria trabaja en el desarrollo de nuevos productos y soluciones tecnológicas para transformar el reto de la transición medioambiental y digital en nuevas oportunidades”. Asimismo, Blanc apunta que “la industria de energías marinas sigue traccionando al sector, que espera con impaciencia las primeras subastas para el desarrollo de parques flotantes en las costas españolas. Estamos seguros de que el desarrollo de parques eólicos marinos generará grandes oportunidades para gran parte de la cadena de valor naval-marítima”.
▶ Los sectores más afectados por las tensiones geopolíticas y por la situación de los mercados
solo pueden competir con productos altamente tecnológicos ◀
Los esfuerzos en innovación se están centrando en incorporar nuevos métodos de propulsión, la utilización del LNG (Gas Natural Licuado), el diésel eléctrico o las baterías, que ya se van abriendo paso en una actividad que ha incorporado en su ADN la descarbonización. Es el caso de los últimos barcos botados por Astilleros de Murueta, cuya apuesta por los diseños de buques tecnológicamente avanzados y con alto componente de innovación, que buscan la eficiencia energética y la utilización de nuevos combustibles, se ha redoblado. Sus últimos trabajos han ido en esa línea de alta innovación, como los buques y remolcadores propulsados con (LNG) o las embarcaciones de propulsión eléctrica con tecnología híbrida, diésel, eléctrica y baterías.
Euskadi dibuja su futuro en el sector de la microelectónica
Basque Microelectronics Hub (BMH), en colaboración con el Clúster GAIA, el Gobierno vasco y SPRI, ha presentado el estudio ‘El sector de la microelectrónica en Euskadi’, una hoja de ruta que identifica las capacidades, desafíos y oportunidades de esta industria clave para el futuro tecnológico e industrial del territorio. Primera caracterización en profundidad del ecosistema vasco de microelectrónica, que engloba a 141 empresas y 3.733 empleos, su objetivo ha sido identificar los agentes implicados, mapear capacidades existentes, analizar el encaje de Euskadi en las cadenas de valor europeas de semiconductores y proponer líneas estratégicas de actuación con visión de futuro. El análisis constata que, si bien el sector de la microelectrónica en Euskadi se encuentra aún en fase emergente, existen capacidades tecnológicas relevantes y una base industrial sólida que permiten construir un ecosistema competitivo en determinados nichos de alto valor. El informe también ha identificado varios retos estructurales como la falta de identidad sectorial, el déficit de talento, dependencia tecnológica externa, fragmentación del ecosistema y la falta de infraestructuras singulares. En el otro lado de la balanza están las oportunidades de especialización, los nichos tecnológicos y estratégicos en los que Euskadi puede diferenciarse, crear valor y posicionarse a nivel europeo, como la IA embebida y chips especializados, los sensores avanzados y tecnologías cuánticas, la fotónica integrada y comunicaciones ópticas, el ‘advanced packaging’ o las aplicaciones estratégicas en defensa y espacio.
Ingeteam apuesta por la electrificación como vía hacia la descarbonización
Ingeteam, empresa con más de 85 años en el sector eléctrico y presencia en 15 países, se ha consolidado como líder global en electrificación y sostenibilidad. Con más de 3.600 profesionales, combina experiencia e innovación para impulsar la transición energética, desarrollando soluciones en energías renovables, movilidad sostenible, digitalización de redes, almacenamiento e hidrógeno verde. Su apuesta por la electrificación busca alcanzar una sociedad libre de emisiones, aplicando tecnología en toda la cadena de valor: generación limpia, distribución y consumo eficiente. Destacan proyectos como el sistema híbrido solar de baterías más avanzado del este de Australia, la electrificación de varios puertos en España y el proyecto de bombeo reversible de Valdecañas en Cáceres, entre otros. Arraigada en Euskadi, con centros en Bizkaia, Gipuzkoa y Navarra, Ingeteam impulsa la I+D mediante once laboratorios punteros, incluido un nuevo centro de 12.000 m² en Navarra enfocado en electrónica de potencia y control. La compañía lidera en movilidad eléctrica con más de 36.000 puntos de recarga, y suma más de 80 GW instalados en eólica y 34 GW en fotovoltaica. También promueve la electrificación marítima, con más de 950 buques equipados y proyectos como la electrificación del puerto de Cádiz. Dedicando el 5% de su facturación anual a innovación, participa en iniciativas como Hympulso, el primer tren de alta velocidad de hidrógeno. Con compromiso local y visión global, Ingeteam demuestra que es posible unir tecnología, sostenibilidad y progreso, iluminando el camino hacia un futuro más limpio y verde.
