GUÍA DE LA INNOVACIÓN EN EL PAÍS VASCO 2023 "Una cordada ambiciosa y preparada"

Roberto Urkitza, consejero delegado-director de Estrategia Empresarial

Roberto Urkitza, consejero delegado-director de Estrategia Empresarial

A quienes nos gusta la montaña, acercarnos a ellas, preparar la salida, subirlas, gozar con tus compañeros de ese momento en que consigues llegar a la cima, bajar y descansar, no nos tienen que pedir un motivo para hacerlo. Es una forma de acercarnos a la naturaleza, es una afición, es un sentimiento de libertad que desde joven se inculca, es afrontar un desafío con uno mismo… son muchas sensaciones al mismo tiempo y todas juntas nos hacen sentir bien. Otra cosa son los alpinistas y escaladores vascos que dan el salto a las grandes cordilleras y picos del mundo, que han querido y sabido evolucionar; que, sin perder la filosofía inicial, han afrontado nuevos retos; que se han hecho un hueco en el panorama internacional. 

En Euskadi la afición a la montaña está muy arraigada. Por ello, hemos querido abordar esta decimoséptima edición de la Guía de la Innovación del País Vasco como una expedición montañera. Para unos será de alta montaña, para otros de escalada en roca, otros la afrontarán como una expedición invernal, otros como una tranquila salida mañanera… pero hay una serie de elementos comunes que hacen que los paralelismos entre el mundo de la montaña y la innovación sean más de lo que inicialmente parece. 

Adquirir forma física y aclimatarse, buscar financiación, informarse de la ruta, ultimar una estrategia de ataque, elegir los compañeros de expedición, escoger el material técnico, preparar la mochila, optar por una vía determinada, ubicar los campamentos de altura, designar las cordadas… son tantos elementos a tener en cuenta en una expedición montañera que es necesario contar con una gran planificación. Muchas veces, también, tener la ayuda de quien ha intentado antes esa cima.

Y si cambiamos la montaña por la innovación nos damos cuenta de que hay que hacer frente a los mismos condicionantes, o muchos de ellos. Innovar con propósito, buscar la financiación para llevar adelante el proyecto, ‘entrenar’ con innovaciones más limitadas, buscar al mejor equipo, elegir la tecnología más adecuada, establecer las metas a lograr, acercarse a socios que te puedan aportar algo que no tienes en tu organización… Como vemos, la expedición a la innovación es algo serio, a la que no se puede enfrentar sin la preparación, los medios, la financiación y los fines necesarios.

En Euskadi, lo mismo que tenemos afición a la montaña, no nos es ajeno el compromiso con la innovación, a todos los niveles. Un compromiso que se va materializando e incrementando año a año, con sus dientes de sierra, porque las coyunturas no son ajenas a la evolución. Pero la visión estratégica es clara y mantenida: la base de la competitividad y del bienestar está en la apuesta por la promoción de la ciencia, de la tecnología y de la innovación.

Partimos de un campo base estructurado y bien aprovisionado: un ecosistema científico-tecnológico potente y con recursos financieros; una cordada preparada: el talento; equipamiento técnico avanzado: la tecnología; una estrategia de ataque y una vía de ascenso: la gestión avanzada; y un entorno favorable: el consenso social a favor de la innovación.

Todo ello hace que estemos en una situación bastante favorable, aunque aún lejos de los líderes europeos. La inversión en I+D se mantiene por encima del 2%, aunque es cierto que ha bajado un poco de 2021 a 2022. Las partidas presupuestarias crecen año a año en los presupuestos públicos, la participación de empresas y centros tecnológicos en proyectos de I+D consigue atraer recursos de programas internacionales, pero... Siempre hay un pero. Y este es conseguir que cada vez haya más pymes que hagan innovación de forma sistemática, que interioricen en su ADN la innovación. Una labor en la que la Agencia Vasca de la Innovación, Innobasque, hace un trabajo encomiable. Porque al igual que en el caso de la innovación, los esfuerzos por acercarla a las pymes no pueden ralentizarse. Nunca se acaba esta ascensión y cuando parece que te acercas a la cumbre, debes tomar otro camino para poder superar una pared o debes esperar a que llegue nuevo material para abordarla. 

En mayo de 2024 se cumplirán 50 años de la famosa expedición Tximist. El primer intento de ascender el Everest y, aunque había habido expediciones anteriores a los Alpes, el Atlas y los Andes, la podemos considerar la presentación en el panorama alpinístico mundial del montañismo vasco. En aquella ocasión, Felipe Uriarte y Ángel Rosen se quedaron a 350 metros de coronar el cima más alta del mundo pero, tras un dramático descenso, consiguieron regresar todos, los 16 integrantes. Esa expedición no fue un fracaso, supuso un magnifico aprendizaje para que seis años más tarde, en mayo de 1980, Martín Zabaleta y el sherpa Pasang Temba pudieran hollar la cumbre.

Como en la historia del alpinismo vasco, la expedición a la innovación exige contar con una cordada que tenga determinación, constancia, que no se desanime en el esfuerzo y que mantenga la ambición de alcanzar los resultados. Porque los resultados siempre terminan llegando.

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