“Mejores expectativas para las empresas de Bizkaia en 2023 y un reto pendiente”

Francisco Javier Azpiazu, secretario general de Cebek

Francisco Javier Azpiazu, secretario general de Cebek Foto: Cebek

Las empresas de Bizkaia terminaron el año 2022 con serias dificultades y con enormes incrementos de costes, que mayoritariamente no se trasladaron a los precios de sus productos y servicios. Por ello, esta importante caída de los márgenes supuso un freno a la recuperación, a nuestras expectativas y también a algunos planes de inversión y crecimiento, especialmente en nuestras pymes.
La alta inflación y sus consecuencias han sido por tanto las grandes protagonistas del pasado año. Afortunadamente, en el último trimestre la disminución de precios de la energía y las materias primas, entre otros factores, permitieron evitar la recesión en Euskadi. En cuanto al empleo, Bizkaia ha tenido el mejor comportamiento de la CAPV con una disminución del paro del 3,88% con respecto al año 2021. Aun así, seguimos estando en tiempos de dificultad, con incertidumbres y desafíos por afrontar.
La encuesta que acabamos de realizar entre nuestras empresas este pasado mes de enero nos ofrece algunos datos interesantes: un 40% considera que sus mercados están ahora en reactivación y continuarán en esa situación en los próximos seis meses. En general, el tamaño de la empresa afecta a las expectativas presentes y futuras de las empresas de Bizkaia. Así, las pequeñas del sector comercio e industria, salvo excepciones, traslada mayor dificultad y peores expectativas que las grandes.
Por otra parte, más de la mitad de las empresas de Bizkaia nos dicen que sus carteras de pedidos son ya las habituales o mayores que antes de la pandemia. Además, el 64% de las empresas industriales nos indican que han incrementado su facturación. Otros datos positivos de la encuesta son que el 67% de las empresas nos indica que mantendrá su plantilla en 2023 y el 25% la incrementará. Hay que subrayar asimismo que un 62% incrementará los salarios en 2023 mientras que un 34% los mantendrá. 
Por otra parte, en materia de negociación colectiva sectorial, el incremento salarial medio de los convenios colectivos negociados y firmados por CEBEK vigentes en este ejercicio 2023 es un de un 3,75%, en una horquilla salarial que va desde el 3,5% hasta el 5,50%. Además, hay que destacar que, con el reciente preacuerdo firmado en el Convenio de la Industria Siderometalúrgica de Bizkaia, unido al resto de los convenios sectoriales firmados en 2022, se ha dado un importante impulso a la negociación colectiva sectorial de nuestro territorio. De esta manera, casi un 60% de los trabajadores/as cuenta con su convenio colectivo actualizado.
En resumen, tomando en consideración el incremento salarial medio derivado de la negociación colectiva en 2022 y para 2023 y la intención manifestada por las empresas de Bizkaia, se puede concluir que éstas han incrementado en los dos últimos ejercicios los salarios de una forma muy importante, hasta en un 70% del IPC acumulado en 2021 y 2022, dando de esta forma respuesta al alza de los precios a familias y trabajadores/as en dichos ejercicios.
Entre las preocupaciones más importantes de las empresas estarían, en este orden: el descenso de la rentabilidad sobre las ventas; la debilidad aún del escenario económico y los elevados costes laborales, además de los incrementos salariales.
Por otra parte, ante el próximo debate que se abre en Euskadi en relación con la fiscalidad que necesitamos para afrontar los retos del presente y futuro como País, queremos insistir desde CEBEK que la fiscalidad es un instrumento de política económica y también una herramienta de fomento de la competitividad empresarial. Hemos apoyado y apoyamos las políticas públicas en materia de bienestar que nos hemos dotado en los últimos años en Euskadi y que representan una parte importante de nuestros presupuestos públicos; pero, al mismo tiempo, creemos que es necesario que las administraciones sean sensibles con las empresas en materia fiscal, porque la fiscalidad es un elemento muy importante de su competitividad. No creo que haya que recordar que son las empresas quienes crean bienestar y progreso en nuestra sociedad.
Por ello, debemos ser capaces de conjugar las políticas públicas que apoyamos, con la mejora de la competitividad de las empresas a través de una fiscalidad que les permita competir en unos mercados cada vez más globales y exigentes. Este es ahora el reto.

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