"La respuesta más corta"

Manuel Salaverria, presidente de la Agencia Vasca de la Innovación-Innobasque

Manuel Salaverria, presidente de la Agencia Vasca de la Innovación-Innobasque

La respuesta más corta es la acción. Creo que esta frase, atribuida a Ernest Hemingway, sintetiza a la perfección la filosofía de la innovación, especialmente en tiempos de incertidumbre. Innovar es tomar la resolución de actuar, ya sea para resolver incógnitas o problemas o, sencillamente, para mejorar. Y creo, además, que desde la irrupción de la pandemia en nuestra vida y la necesidad apremiante de paliar sus múltiples consecuencias esta estrechísima relación entre innovación y acción es más patente que nunca. Cada vez pasa menos tiempo entre la formulación teórica de una innovación y su implantación en el mercado, una tendencia que se aprecia más en unos sectores e industrias que en otros pero que resulta igualmente exigente para todas las compañías, independientemente de qué productos o servicios ofrezcan. 

En la Agencia Vasca de la Innovación-Innobasque sabemos que nuestras empresas no son ajenas a esa inmediatez, pero a menudo constatamos que la ven (y la viven) desde muy distintas perspectivas. Unas, el 40,5% de ellas, lo hacen desde dentro de la rueda, reconociendo que la innovación es una primera necesidad para ser competitivas, crecer, atraer talento y mantenerse en esa otra rueda que es el mercado. Otras, desde fuera, exponiéndose a ser arrolladas por ese mercado cada vez más exigente y acelerado. Por eso hemos puesto en el centro de nuestro plan estratégico a las aproximadamente 5.000 pequeñas y medianas empresas vascas que creemos que están en disposición de innovar pero aún no lo hacen. 

Son grandes creadoras de empleo y proveedoras imprescindibles de nuestras grandes firmas, pero también resultan muy sensibles a los cambios económicos, tecnológicos y comerciales. De ahí que potenciar su competitividad sea una de las prioridades de la economía vasca y resulte imprescindible poner a su disposición los recursos, instrumentos y socios más adecuados para innovar. Es importante además hacerlo ya, aprovechando un momento en el que el programa marco de investigación Horizonte Europa y los fondos de recuperación Next Generation pueden impulsar la participación vasca en la I+D+i internacional. Los últimos datos reflejan, de hecho, que esa es la tendencia. En 2021, Euskadi destinó a I+D 1.647 millones de euros, el equivalente al 2,11% de su PIB y un 10,5% más que el año anterior.

Obviamente, las oportunidades que estos programas generan son más accesibles para las compañías que ya tienen la innovación integrada en su cultura, pero también ellas estuvieron un día ante su primer proyecto innovador. Muchas contaron con el apoyo del ecosistema innovador que articula Innobasque, por lo que hoy sus iniciativas forman parte de nuestro banco de casos prácticos o nuestro mapa de la innovación. En estas y otras herramientas y programas confluye el saber hacer de 280 agentes públicos y privados dispuestos acompañar a cualquier pyme en todas y cada una de las etapas de este camino.

Sin embargo, también sabemos que con el encarecimiento de prácticamente todas las materias primas y procesos, puede no parecer propicio para animar a una pyme a invertir en I+D+i o para pedir un mayor apoyo institucional a las empresas que apuestan por la innovación. Pero hay que tomar perspectiva y ser muy conscientes de que las decisiones que tomamos en épocas de crisis condicionan totalmente cómo viviremos la postcrisis.

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