“La psicología (sus profesionales) y las organizaciones”

Alberto Barrios, vicedecano del Colegio de Psicología de Bizkaia

Alberto Barrios, vicedecano del Colegio de Psicología de Bizkaia Foto: Colegio de Psicología de Bizkaia

En las organizaciones, siempre argumentamos el valor de las personas, del capital humano, del talento… como el eje esencial de nuestra competitividad, innovación y futuro. Tras escuchar estos mensajes, alguien podría considerar que las organizaciones están plagadas de profesionales de Psicología. Somos especialistas en Personas y la lógica del discurso conduciría a esta sencilla conclusión.

Y la verdad es que sí encontramos profesionales que desempeñan funciones de selección, valoración, formación, prevención, mediación, etc. u otras que pudieran considerarse útiles, sin una clara distinción de la aportación desde la Psicología, es decir, del conocimiento de las Personas.

Al mismo tiempo, escuchamos, cada vez más, hablar de escasez de talento, de limitaciones en la especialización de los profesionales, de valores intergeneracionales diferentes y casi irreconciliables, de la visión cortoplacista de las personas jóvenes, del compromiso y la implicación de las personas, del modelo de relaciones, etc. También se empieza a escuchar algo sobre salud mental dentro de las empresas.

Si hiciéramos una aproximación a estas cuestiones desde una perspectiva de dinámica de sistemas que el entorno ingenieril entiende muy bien, encontraríamos que su tratamiento se centra, de manera casi exclusiva, en los flujos y en menor medida (o en ninguna) en las reservas y en los retrasos. Si pensáramos en las reservas como talento, generosidad, curiosidad, compromiso, implicación, motivación, expectativas, necesidades, salud mental, etc. ¿cómo las abordaría la organización?

Estos aspectos, ocupantes y preocupantes, para las direcciones de cualquier empresa, necesitan un abordaje y una propuesta de solución con dominio de la Psicología, con el criterio sobre Personas y con la complementariedad de otros ámbitos, por supuesto.

Las reservas mencionadas se relacionan con la innovación, con la competitividad, con el aprendizaje… es decir, con elementos de repercusión directa sobre el negocio. El cuidado de estas reservas (asociadas a las Personas) está llegando a las organizaciones y el protagonismo del conocimiento y experiencia en Psicología puede dar soporte en la vertebración de las cuestiones apuntadas, con garantías y eficacia.

Quizá sea un vaticinio algo catastrofista, pero las organizaciones que no cuiden a sus personas, en el sentido más extenso de cuidado, desaparecerán. Ya lo fueron haciendo las que no aportaban valor añadido en sus procesos. Vivimos otra época.

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