"La percepción social de la empresa y de los empresarios"

En un reciente coloquio entre empresarios organizado por SEA, además de los habituales temas sobre la recuperación, el empleo o la financiación, se puso sobre la mesa la percepción social de la empresa y la consideración de la figura del empresario. Y sorprendió escuchar las poco esperanzadoras opiniones sobre cómo la sociedad percibe a las personas que arriesgan y generan riqueza. Los tres participantes coincidieron en apuntar que se prefiera hablar de emprendedor y no de empresario, que no se enseñe en las escuelas el valor de crear una empresa y que los responsables institucionales hagan una defensa ‘tibia’ de los hombres y mujeres de empresa. Y lo que es peor, en opinión de estos empresarios la tendencia no parece ir a mejor. Quizás no sea como para dedicar plazas en los pueblos o calles en las ciudades, o sí. Es cierto que han aflorado ejemplos muy poco edificantes entre este colectivo, pero la verdadera actividad empresarial, desde la más pequeña a la más grande, conlleva riesgo, conlleva mucho esfuerzo, mucha dedicación y, cuando las cosas salen bien, conlleva riqueza para repartir y para crear empleo. Las empresas, grandes, medianas y pequeñas, son el motor de la economía y su desarrollo y éxito benefician a todos. Por ello, no estaría de más que se facilitaran, se simplificaran y se agilizaran al máximo los trámites para la materialización de nuevas iniciativas; que en el sistema educativo se enseñara el valor de la empresa; y que la sociedad reconociera el papel del empresario.

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