"La competitividad, el gran reto"

Martín Fernández Loizaga, director adjunto de Hegan

Martín Fernández Loizaga, director adjunto de Hegan Foto: Hegan

2022 ha sido un año en el que las organizaciones asociadas a Hegan han visto recompensado el esfuerzo realizado durante los dos años de crisis. Esa vuelta a la ‘normalidad’ ha supuesto un desafío importante al exigir la reactivación de toda la industria y la cadena de suministro en un entorno muy complejo que ha provocado que, si bien se ha aumentado la facturación, los márgenes han sufrido un declive muy acusado. El retorno gradual a los valores de tráfico aéreo, en cualquier caso, nos devuelve el optimismo perdido en 2020, al tiempo que la incertidumbre mundial nos mantiene en alerta constante para mantener, recuperar y aumentar la posición en el mercado.
La crisis, precisamente, nos hizo replantearnos alguna línea de actuación. Identificamos acciones de diversificación hacia nichos de mercado a los que nuestras empresas, por sus capacidades, podían acceder, compensando la bajada de la actividad civil. Asimismo, acciones de simetría que pasarían por estar asistidos por las administraciones con similares apoyos a los de nuestros inmediatos competidores para salir en igualdad de condiciones. Y, por último, reforzamos las acciones de competitividad e innovación, indispensables para conservar las capacidades. 
A partir de ahí, el gran reto para la recuperación definitiva es el de la mejora constante de la competitividad. Para ello la formación, el cuidado, la protección del talento existente, con perfiles tanto en capacidades tecnológicas como en aptitudes transversales necesarias para trabajar en un sector cada vez más colaborativo, inclusivo, sostenible y global, es vital. Y, por otra parte, ligada a la competitividad, la innovación es el elemento diferenciador que permite mantener la competitividad. Porque los programas de I+D+i no sólo desarrollan nuevas tecnologías y productos sino que mejoran los procesos industriales haciéndolos más eficientes y más limpios. 
En Euskadi contamos con administraciones que apuestan por la industria, la tecnología y la innovación, lo que se ha traducido en crecimiento, empleo, riqueza y bienestar. Este apoyo seguirá siendo fundamental para seguir impulsando en el desarrollo de la Aeronáutica y el Espacio del futuro. Veremos volar de forma segura aeronaves impulsadas por hidrógeno, por SAF, eléctricas, híbridas. Y estamos preparados para el salto tecnológico que supone hacerlo de forma sostenible: nuevas arquitecturas, nuevos sistemas propulsivos, materiales avanzados, sistemas y aviónica disruptivos… No es sólo una oportunidad sino una responsabilidad para un futuro más sostenible y justo.

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