"Escribir el futuro"

Inés Anitua, directora general de Acicae, Cluster de Automoción de Euskadi

Inés Anitua, directora general de Acicae, Cluster de Automoción de Euskadi Foto: Acicae

Todo está por escribir. No solo en el sector de la movilidad sino en el conjunto de la industria. Y desde Acicae queremos ser parte de esa escritura, a pesar de las dificultades, o quizá por ellas. Por eso, los datos del 2022 nos animan a seguir peleando. También la noticia de la Comisión Europea y la aceptación de los combustibles sintéticos. Pero vayamos por partes. El sector vasco de automoción facturó 22.423 millones de euros en 2022, un 22,2% más que en el ejercicio anterior, superando la cifras de antes de la pandemia (20.300 millones). Esta cifra no contempla el peso específico de Mercedes Vitoria. 
Estos resultados son consecuencia de la diversificación de las empresas y de sus mejoras operativas, así como de la repercusión del incremento del coste de las materias primas. En cualquier caso debemos ser prudentes, ya que en 2023 esperamos un crecimiento de la facturación de un 6,1%.
Por otro lado, desde Acicae siempre hemos sido defensores de la neutralidad tecnológica cuyo significado es que lleguemos a los objetivos de cero emisiones marcados con un mix de tecnologías que nos aseguren las metas propuestas. Eso nos da flexibilidad, diversificación y más posibilidades de desarrollo de nuevas soluciones. 
Sin embargo, algunas instituciones de la Unión Europea y muchos estados habían apostado recientemente por una sola tecnología, la electrificación pura, y en un plazo de tiempo muy corto para cambiar una tendencia. No solo es necesario el cambio tecnológico, de infraestructuras, sino también de mentalidad. Por eso, la prohibición de venta de vehículos de combustión en 2035 se estaba poniendo en cuestión por los principales países fabricantes de vehículos.
Países como Alemania, cuya poderosa industria automovilística contribuye significativamente a la economía europea e Italia se habían negado a aprobar la medida a favor de la prohibición de los vehículos de combustión a menos que la Comisión Europea hiciera una concesión para los combustibles sintéticos. Otros países como Polonia y Hungría también se oponían a la exigencia de que se vendieran únicamente vehículos puramente eléctricos en Europa en la próxima década. Incluso Euskadi se ha posicionado en esta línea de retrasar las fechas de implantación. 
En este contexto las empresas vascas trabajan en su mapa de riesgos viendo el futuro no solo en clave de Europa, sino del mundo. Cada empresa está ya analizando qué porcentaje del negocio al que le puede afectar la transición hacia vehículo eléctrico puro y en qué lugares de su mercado puede ocurrir. A eso hay que sumarle el ritmo de transición porque no es lo mismo 10 años que 30 años. Como se puede intuir nada fácil. 
Por eso, desde Acicae animamos a las empresas a mirar el futuro en su globalidad, a analizar su situación en cada uno de los mercados, a diversificar los clientes, tecnologías y productos, pero sobre todo a tener la mente fría y saber gestionar la incertidumbre, que es la constante en estos momentos, y no solo por la transición energética, que como vemos dará todavía muchas vueltas, sino por el conjunto de la situación mundial, los cambios de usos den el consumidor, los nuevos modelos de negocio, etc. En conclusión, el futuro no está escrito. 

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