"Entre los deseos y la realidad"

Roberto Urkitza, Consejero-delegado director de Estrategia Empresarial

Roberto Urkitza, Consejero-delegado director de Estrategia Empresarial

“Y terminamos con un deseo: que cuando se publique el próximo Anuario la guerra en Ucrania haya acabado y hablemos de temas económicos en paz”. Así expresaba mi esperanza en la presentación de la edición pasada del Anuario. Una esperanza truncada y que hace que Europa contemple en su suelo un nuevo conflicto bélico en pleno siglo XXI. Una guerra que, además de sus impresionantes consecuencias humanitarias y sociales, ha impactado directamente en la situación económica de 2022, restando velocidad a la recuperación poscovid y exigiendo recursos extraordinarios para paliar estas. Impacto que se mantiene en los primeros meses del ejercicio actual.

Y precisamente la guerra en Ucrania y las sanciones a Rusia fueron el telón de fondo durante todo el ejercicio. Doce meses marcados por el alza de precios de las materias primas, los problemas con la energía (que obligaron a habilitar planes de contingencia), por las dificultades con los suministros y, en definitiva, por la inflación. Un año, como viene siendo habitual en los últimos tiempos, complejo y donde la palabra incertidumbre ha estado en el centro del debate. Pero que finalizó mejor de lo esperado. En un resumen rápido podríamos decir que se comenzó con el optimismo de dejar el covid definitivamente atrás, continuó con la incertidumbre del impacto de la guerra, pero tras las dudas iniciales y algunos pronósticos cuasi apocalípticos, la actividad se mantuvo de forma intensa. 

Todo ello llevó a cerrar el año 2022 con un crecimiento acumulado de la economía vasca del 4,3% y un incremento de puestos de trabajo del 3%. Algo que se reflejó también en que las administraciones vascas tuvieron un récord en la recaudación de tributos, con un total de 17.131 millones de euros, un 7,3% más que el año anterior. Unas cifras que demuestran que, pese a todo, la economía vasca respondió y se sobrepuso a los desafíos globales, aplicando las fórmulas que funcionan: más I+D+i (las partidas presupuestarias relacionadas con la materia crecieron un 10% y la inversión llegó a los 1.637 millones de euros), más internacionalización (hubo un récord histórico exportador: más de 32.500 millones de euros exportados, y la inversión extranjera que llegó a Euskadi en los nueve primeros meses de 2022 se multiplicó por siete y alcanzó los 2.275,2 millones) y más industria (su peso se acerca al 25% del PIB y los precios industriales crecieron un 13,4%).

Un escenario en el que las administraciones continuaron desplegando sus programas de apoyo, empezando por unos presupuestos expansivos que superaron los 13.100 millones de euros, que ya incluían cerca de 260 millones procedentes de los fondos europeos. Además de mantenerse a velocidad de crucero el Programa Berpiztu para la Reactivación Económica y el Empleo de Euskadi (2020-2024), Gobierno vasco y diputaciones aprobaron un Plan Extraordinario de Inversiones, dotado con 259 millones.

Y en este mismo escenario, las empresas continuaron desplegando su actividad. Así, Ingeteam, que celebró su 50 aniversario, presentaba un nuevo Plan Estratégico a 2024 para crecer hasta los 1.000 millones de euros de negocio; Iberdrola inauguraba en Bilbao su Global Smart Grids Innovation Hub; Satlantis lanzaba al espacio Urdaneta, el primer satélite vasco; con el impulso de CIC energiGUNE, que cumplió 10 años, se constituyó Basquevolt, un ambicioso proyecto que aspira a convertirse en el líder europeo de la próxima generación de baterías de litio de estado sólido; MásMóvil y Orange anunciaban su ‘joint venture’ para ser el segundo operador de telecomunicaciones del Estado; Ayesa se hacía con el 100% de Ibermática; el fondo Bain Capital y un grupo de inversores vascos compró ITP Aero a Rolls Royce y posteriormente entró el Gobierno vasco; Anton Arriola era nombrado nuevo presidente de Kutxabank; se inauguraba el centro de empredimiento internacional BAT; y Arteche celebraba sus 75 años; Electro Alavesa, 40 años; el EVE, 40 años; Heroslam, 80 años; Ikerbasque, 15 años, Deusto Business Alumni, 100 años… como vemos, mucha actividad.

Por último, es de destacar también que 2022 fue un ejercicio prolijo en efemérides culturales. Se conmemoraron los 500 años de la primera vuelta al mundo que dio Juan Sebastián Elcano. El Orfeón Donostiarra celebró su 125 cumpleaños. Asimismo, conmemoró su 120 aniversario el decano de los museos vascos, San Telmo; Guggenheim Bilbao celebró sus 25 años de éxito internacional; Artium, sus 20 años de trabajo por el arte contemporáneo vasco, e Itsasmuseum, 25 años difundiendo el patrimonio naval.
 
Y terminamos reiterando el deseo de paz de la edición pasada: que cuando se publique el próximo Anuario la guerra en Ucrania haya acabado y hablemos de temas económicos en paz.

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