Vivimos tiempos aciagos para partes notables de la sociedad europea. Especialmente, en la Europa mediterránea, a la par que en otros lares, y en particular en las conocidas como economías emergentes, sus ciudadanos viven tiempos de bonanza y esperanza ya que ven cómo cada día son más las personas que adquieren acceso a una vida digna. Bien por ellos, ya que están recorriendo el camino que algunos de nosotros estamos desandando. Los números fríos son demoledores: tres millones de jóvenes desempleados en España; seis en la UE y 75 en todo el mundo: Y, según la OIT, es necesario crear 600 millones de puestos de trabajo dignos en 10 años par