El proceso de internacionalización de Ibarmia ha estado ligado a su trayectoria prácticamente desde los inicios, a mediados del siglo pasado, cuando sus gestores vieron claro que era la manera de asegurar el crecimiento de la empresa y que diversificando el origen de los pedidos se reducían riesgos. También que había que estar presente en aquellas áreas donde hubiera potenciales clientes, auténtico centro de la estrategia empresarial. “Durante años nos enfocamos principalmente a Europa, un mercado muy importante para la máquina-herramienta, cuya proximidad geográfica y cultural hace más fácil este proceso”, afirma Arrate Olaiz, directora de

