Talleres ZB apuesta por mantener un crecimiento sostenido en su 40 aniversario

La firma, pionera en el desarrollo de soluciones móviles para el reciclaje de chatarra, prevé facturar 14 millones este año y de 16 a 18 en 2027, mientras consolida su relevo generacional e implanta nuevos procesos productivos

Lander Arrieta pertenece a la segunda generación de la familia al frente de Talleres ZB, negocio que crece un 12% anualmente. Este año prevé alcanzar los 14 millones. Foto: Talleres ZB

Talleres ZB celebra su 40 aniversario con la idea de mantener un crecimiento anual de en torno al 12% y situar la facturación entre 16 y 18 millones dentro de cuatro años. 

Talleres ZB, empresa dedicada al diseño y fabricación de soluciones para la trituración y reciclaje de residuos sólidos, forma parte de ZB Group que incluye en su estructura, entre otras, a la empresa ZB Hymsa, enfocada a la explotación de canteras y venta de árido y hormigón en Andalucía. La apuesta de la firma por mantener un crecimiento sostenido de su actividad y los valores de empresa familiar que le han guiado a lo largo de su trayectoria se mantiene intacta, pese a los cambios estructurales que experimenta en su 40 aniversario.

Un 20% de la facturación se destina a innovación, con un riesgo: hay que vender los prototipos

La actividad de la empresa de Errenteria, que cuenta con casi 50 empleados, está centrada en el diseño y fabricación de soluciones para el reciclaje de chatarra. Documentar el método de trabajo, implantar una gestión por procesos, consolidar el relevo generacional y la búsqueda de vías alternativas para diversificar su negocio constituyen algunos de los ejes de la hoja de ruta de esta empresa que exporta el 80% de su facturación. La firma, cuyo crecimiento anual ronda el 12%, facturó 12 millones en 2022, prevé facturar unos 14 en 2023 y el objetivo para dentro de cuatro años es consolidar su un negocio entre los 16 y los 18 millones.
La compañía se fundó en 1983 como una calderería centrada en los áridos y trituración de piedras. En 1988 apostó por tener su propia ingeniería para desarrollar producto propio y en el año 2000 diversificó su actividad al diseño y fabricación de maquinaria para la recuperación de Residuos de la Construcción y Demolición (RCD). Es un sector que, tarde o temprano, ofrecerá buenas oportunidades de negocio aunque su rentabilidad depende, en gran medida, de subvenciones públicas. “México está apostando por ello y estamos presentes en ese mercado”, explica Lander Arrieta, segunda generación de la familia y actual gerente de Talleres ZB, para añadir que “tenemos el conocimiento para cuando la actividad se reactive”. Y es que el nivel de producción de estas líneas de negocio ha descendido sustancialmente, debido a la abundancia de ‘stock’ de este tipo de maquinaria de segunda mano a consecuencia de la crisis del sector de la construcción en 2008.

Máquina pequeña y móvil
Disponer de su departamento de ingeniería fue lo que le permitió a ZB en esa época introducirse en el mercado de la chatarra. Desarrolló la primera fragmentadora móvil de metal, de un tamaño menor que la media del mercado, creando un nuevo nicho: el del chatarrero mediano o pequeño que no podía afrontar las cuantiosas inversiones que suponían las grandes fragmentadoras. Esta innovación fue la clave del éxito en el mercado de la chatarra en el que, a día de hoy, Talleres ZB, es una referencia mundial con su gama de fragmentadoras móviles Thor. “Nuestro éxito ha sido empoderar a este perfil de chatarrero”, afirma Arrieta, “ofreciéndole maquinaria más pequeña y móvil, con capacidad para procesar de 2.000 a 3.000 toneladas al mes -una grande puede hacer unas 10.000- a costes más asequibles”. En cualquier caso, la empresa centra parte de su estrategia en la búsqueda de nuevos sectores así como de fuentes de ingreso recurrentes. Por eso, se está pensando en familias de máquinas más accesibles que sean las tractoras de la actividad de la empresa, sin renunciar a las grandes instalaciones. Paralelamente, se planea ir hacia una prestación de servicios.

La empresa de Errenteria exporta el 80% de su 
producción, siendo Estados Unidos el mercado más importante de sus ventas en el exterior

Filial en EE.UU.
Presentes en el exterio desde 1993, cuando exportaron por primera vez a México, Talleres ZB, salvo en África, tiene máquinas casi en todo el mundo, en lugares tan recónditos como Nueva Caledonia, Isla Reunión, Nueva Zelanda, Malasia o Australia. EE.UU. es su mercado principal y, motivo por el que abrió una filial en Atlanta en 2016. “Es un mercado muy grande, uno de los que más chatarra genera, todavía por desarrollar y muy demandante en repuestos”. Del 80% de la exportación, el mercado norteamericano supone el 70%. Francia es una plaza también importante y su reto es implantarse en Alemania y norte de Europa.
Talleres ZB cuenta con unas instalaciones de unos 2.500 m2 y a futuro contempla la adquisición de otro pabellón de unos 3.000 m2, en el marco de un plan de inversiones enfocado, ante todo, al desarrollo de producto propio e incremento de la capacidad productiva.

Salvo en África, ZB tiene máquinas en casi todo el mundo, en lugares tan recónditos como 
Isla Reunión, Nueva Zelanda o Malasia 

Además, una persona se dedicará íntegramente a innovación. Las inversiones en el diseño y desarrollo de nuevos prototipos son continuas y rondan un 20% de la facturación. El riesgo de esta innovación es elevado: los prototipos, cuyo precio de mercado ronda los cuatro millones, se tienen que vender. Es por ello que, para Talleres ZB, es importante tener un buen conocimiento del mercado y de sus clientes potenciales, para así anticiparse y ofrecer soluciones que no existen.

La gama Preda-Thor es la última joya de la corona

La gama de fragmentadoras móviles Thor es el buque insignia de la compañía. “Una fragmentadora móvil aporta ventajas al cliente. Le da facilidades con los permisos, evita los costes de la obra civil que exige la maquinaria fija y su valor residual es mayor que el de una instalación fija en el caso de que quiera deshacerse de ella”, explica Lander Arrieta. Dentro de esta familia de máquinas, ZB presentó en la feria IFAT de 2022 en Múnich una nueva variante: la gama Preda-Thor. La aportación de esta máquina se centra en la integración de dos procesos en una sola máquina móvil: en primer lugar, el material se pretritura, es decir, se desgarra evitando los riesgos de explosión y homogeneiza el material de entrada a la fragmentadora, facilitando su trabajo y reduciendo el coste del proceso secundario. El uso de una prefragmentadora está muy extendido en Europa y crece en EE.UU. “Hemos fabricado una máquina de estas características que está en Dallas y estamos muy contentos”. La idea de Talleres ZB es desarrollar una familia más amplia de máquinas Preda-Thor, empezando por la segunda de la serie que será más pequeña.

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