Seña de identidad, apuesta de país

{ Alimentación Estabilizado como un sector estratégico para Euskadi, la industria alimentaria se prepara para dar un impulso a su competitividad e internacionalización en la próxima década

Con un PIB que representa más del 10% de Euskadi y una cuota de empleo superior al 13,5%, la importancia estratégica del sector alimentario en la industria de Euskadi se describe por sí misma. Eso no significa que no afronte retos similares a otros sectores como la sostenibilidad o los cambios de hábitos en el consumo que el Gobierno vasco aspira a encarar con el nuevo PEGA 2030.

El valor añadido bruto del sector alimentario creció un 30% entre 2020 y 2024. El dato, en sí mismo, deja pocas dudas respecto a que hablamos de un sector estratégico e indispensable en la industria vasca. Con un incremento, en este mismo período, de un 3,6% en lo referente al número de empresas activas en el sector y de un 10% en sus exportaciones, hablamos de una industria que, según datos del Gobierno vasco, representa más del 10% del PIB de Euskadi y genera, en cifras facilitadas por el Basque Food Cluster, más del 13,5% del empleo del país (más de 137.000 empleos directos). 

El sector alimentario, además, no es solo riqueza y empleo, sino que revierte en cuestiones más estratégicas de país como la proyección exterior, la gestión medioambiental, el equilibrio territorial, el paisaje, la identidad o la cultura. En ese marco de apuesta de país, el Gobierno vasco ha lanzado el Plan Estratégico de Gastronomía y Alimentación de Euskadi 2030 (PEGA 2030) que nace como una ambiciosa hoja de ruta para el sector para la próxima década. Este plan transformador pretende situar a Euskadi como referente internacional en gastronomía y alimentación, desde la sostenibilidad, la competitividad y el bienestar. Tres ejes que representan los pilares del futuro alimentario vasco.

{ Hoja de ruta  

El Gobierno vasco acaba de lanzar el Plan Estratégico de Gastronomía y Alimentación de Euskadi de 2030 para encarar los retos del futuro. 

Las prioridades del PEGA se centran en varios ámbitos. Por un lado, se busca aumentar la rentabilidad de las empresas en todos los eslabones, asegurando precios justos en origen y mayor valor añadido para quienes transforman y preparan los alimentos. Asimismo, se enfoca en fortalecer la competitividad y sostenibilidad de las empresas a través del incremento del nivel tecnológico innovador, la digitalización con IA y la economía circular.

Apuesta por el producto local  Todo ello no será posible sin las fortalezas del sector que lo han convertido en motor económico del país, como la oferta de alta calidad, la apuesta por el producto local o el ecosistema vasco de centros tecnológicos y conocimiento. 
Una apuesta por el producto local interiorizada por las grandes superficies como demuestra que Eroski, en 2024, realizó compras a los 365 proveedores comerciales de Euskadi con los que colabora por valor de 494 millones, ofreciendo en torno a 8.000 de sus productos, en especial frutas, verduras y hortalizas de temporada. Eroski ha vuelto a renovar su convenio de colaboración con el Gobierno vasco. Desde 2013, las ventas de producto local han aumentado un 217% en productos frescos y un 133% en alimentación. El Grupo Uvesco, de igual manera, destinó 251 millones en compras a 490 productores locales en 2024. Una apuesta respaldada por el consumidor, ya que en los diez primeros meses de 2025, las ventas en las grandes superficies y cadenas de alimentación en Euskadi aumentaron un 0,6% respecto al año pasado. 

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