La gestión forestal sostenible representa un desafío constante para el sector, ya que requiere garantizar el equilibrio ecológico y la conservación de la biodiversidad sin comprometer el uso responsable de los recursos naturales. Sin embargo, la complejidad de los ecosistemas y la diversidad de los factores involucrados dificultan la previsión de las consecuencias de cada actuación.
Para afrontar este reto y dotar al sector de herramientas basadas en el conocimiento, el centro tecnológico Neiker ha puesto en marcha el Marteloscopio de Arronategi, un espacio concebido como aula forestal que permite simular diferentes escenarios de gestión en un entorno controlado y analizar su impacto antes de trasladarlos al medio natural.
Ubicado en un terreno cedido por el Ayuntamiento de Bermeo, este espacio se compone de una parcela en la que se ha realizado un trabajo muy detallado: cada árbol ha sido numerado, geolocalizado y medido para conocer, entre otros datos, los microhábitats que alberga y la calidad de su madera. A través de un software de simulación, las personas usuarias pueden evaluar el impacto ecológico y la rentabilidad.