Las pequeñas explotaciones agrícolas son esenciales para el futuro del planeta

Gasteiz ha acogido la VII Conferencia Global de Agricultura Familiar, organizada por el Foro Rural Mundial, y con mensaje del Papa Francisco destacando el papel de las mujeres en el campo

El baserri de CB Santana en Kortezubi (Bizkaia) es un ejemplo de negocio agroganadero familiar. Foto: CB Santana

alta de reconocimiento y rentabilidad, crisis climática, acceso limitado a mercados, agotamiento de recursos naturales, migración rural o falta de relevo generacional figuran entre los principales retos a los que se enfrenta el sector primario. Estos desafíos han protagonizado la VIII edición de la Conferencia Global sobre Agricultura Familiar, celebrada en Gasteiz bajo el lema ‘Agricultura familiar: sostenibilidad de nuestro planeta’. En el encuentro participaron 200 representantes de organizaciones de agricultura familiar, gobiernos y organismos internacionales, centros de investigación y fundaciones, consumidores y organizaciones de jóvenes y mujeres agricultoras, con el objetivo de “promover el reconocimiento del rol central, estratégico e integral de la agricultura familiar en la transformación de los sistemas alimentarios del futuro”. 
La Conferencia mereció incluso la atención del Papa Francisco, que envió un mensaje destacando el “genio femenino” en la agricultura. También elogió el trabajo que de “forma solidaria” hacen las familias de agricultores y pidió que se reconozca su activo social y su contribución en la “erradicación del hambre, la reducción de las desigualdades, así como en el cuidado de nuestro planeta”. 
En su intervención, en la apertura del evento, el diputado general de Álava, Ramiro González, exigió a Europa que “escuche a los gobiernos subnacionales para que aborde los problemas estructurales de la agricultura”. González reclamó “valentía y dar pasos para acometer la competencia desleal de las importaciones de terceros países y los mecanismos de regulación del mercado, para garantizar unos precios rentables para los agricultores”. Instó también a “la protección y optimización del suelo agrario reconociendo su valor ambiental, la flexibilización de la normativa comunitaria para adaptarla a las realidades productivas más pequeñas y locales, y la simplificación de la tramitación administrativa”. En la clausura del congreso, el lehendakari, Iñigo Urkullu, aseguró que “emplearemos todos nuestros recursos para defender con firmeza la agricultura familiar de nuestro país”.
Baserritarras
El País Vasco alberga un buen número de explotaciones familiares, la mayoría ligadas a los caseríos que pueblan su geografía. Es el caso de la vizcaína CB Santana, de la familia Chertudi-Uriarte, que recurre a la venta directa como vía para sacar al mercado sus propuestas lácteas Km 0. Su actividad se ha visto condicionada en los últimos años, según Jonathone Chertudi, “por el alza del precio de los cereales, la energía,...“.
Una subida de costes que también ha afectado al baserri de Joseba Rekalde, en Zeanuri, que produce vacuno de carne. “Si el ganadero pusiera el precio justo al producto, la ciudadanía no podría pagarlo”, afirma tajante. Otro de los principales problemas es la falta de relevo generacional, que fue también abordado en la conferencia.

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