La cooperativa irundarra Indart 3D acumula más de 10 años estudiando, investigando e innovando en materia de fabricación aditiva (FA), una tecnología que ha revolucionado el mercado y las formas de trabajar en muchas empresas. Ello le llevó a ser cocreadora de la primera impresora 3D profesional diseñada y manufacturada en España, cuya buena acogida propició también su participación en el desarrollo de la impresora 3D BigFoot, que se convirtió en muy poco tiempo en la máquina de gran formato más vendida en el país.
Ahora, la empresa se centra en el desarrollo de una impresora de pellets, que significa un cambio de paradigma dentro del sector, y que le coloca en la vanguardia de esta tecnología. Se trata, de forma resumida, de un método más barato, limpio, ilimitado, más resistente, más rápido y que mantiene mejor las propiedades de los materiales.
Esta metodología está siguiendo un proceso de implantación similar al de la fabricación aditiva; es decir, existen empresas que fabrican máquinas con este tipo de extrusor (especialmente fuera de España), pero dirigidas a grandes compañías industriales y con unos precios inaccesibles para la gran mayoría de las empresas que podrían hacer uso de esta tecnología.

La firma trabaja ya en una máquina que permita reutilizar plásticos

Y es ahí donde Indart 3D tiene identificado su nicho de mercado: en los productos a precios moderados para pymes que puedan asumir pequeñas inversiones. De hecho, no hay empresas en España que fabriquen este tipo de impresoras de bajo coste, lo que convierte a la firma y a su último desarrollo, que ya está en el mercado en pioneros. 
Asimismo, la firma comercializa, desde hace dos años, una impresora de doble cabezal (pellet e hilo) para aprovechar las ventajas que ofrece cada sistema, con el fin de incrementar su mercado, y trabaja en una máquina que permita reutilizar plásticos de piezas impresas en 3D y de plásticos comunes para aportar su grano de arena a la economía circular.