El Palacio Euskalduna ha acogido este martes el primer acto público convocado por el foro Zedarriak desde su fundación, para la presentación de su cuarto Informe “La oportunidad de las Tecnologías Exponenciales”, que repasa los avances en ámbitos como la Inteligencia Artificial, las Tecnologías Cuánticas o la Neurobiología, para centrarse en cómo gestionar el impacto que tendrán en Euskadi.
Como introducción a esta presentación, ha invitado como ponente al Catedrático de Política Económica en la Universidad de Barcelona. Y actual Presidente del Consejo Económico y Social de España, Antón Costas Comesaña.
El Dr. Costas, cuyos últimos libros y ensayos abogan por un nuevo pacto de agentes económicos y sociales que permita abordar los retos actuales y futuros, ha impartido una inspiradora conferencia con el título “Contra la desesperanza: un contrato social para el progreso compartido”.
El desayuno ha contado con la presencia de una nutrida representación del ámbito empresarial, social, institucional y político en Euskadi, con más de 180 asistentes que han acudido a la convocatoria del foro.
Tras la conferencia y una ronda de preguntas del público, el director de Zedarriak ha presentado brevemente las conclusiones del estudio, que propone siete retos para transformar la educación y el ámbito de la empresa y los profesionales, y para fomentar la creación y captación de nuevas empresas y talento en las áreas de oportunidad que abren estas tecnologías.
La esperanza en un contrato social para el progreso compartido
Ignacio Martín, en representación del Foro Zedarriak, y en su calidad de miembro de la Comisión Delegada, ha dado la bienvenida a los asistentes y ha presentado al ponente, Antón Costas.
La intervención del presidente del CES ha partido de la constatación de que una parte de la población de las democracias desarrolladas ha perdido la esperanza en el futuro. La causa no es la fuerte desigualdad que se ha producido en los últimos 40 años, sino la inseguridad económica que sufren muchas personas como consecuencia de la precariedad, la falta de buenos empleos y del miedo a que las nuevas tecnologías se utilicen para sustituir trabajadores por robots o algoritmos. Esta inseguridad es, a la vez, la causa de la inestabilidad política y del auge de los totalitarismos.
Partiendo de esta realidad, ha apuntado la necesidad de construir una política de la esperanza basada en la creación de buenos empleos, para más personas, en más lugares del país. Para ello las inversiones financiadas con fondos europeos deben lograr que la transformación productiva venga acompañada de una paralela transformación de las capacidades laborales. La tecnología debe utilizarse para mejorar la productividad de los trabajadores y no tanto para reemplazarlos por robots y algoritmos.
La formación dual, tanto profesional como universitaria, en la que la escuela va de la mano con la empresa en el proceso formativo, es la celestina que necesitamos para emparejar la esperanza de las personas de tener buenos empleos con la necesidad de las empresas de tener buenos trabajadores con talento.
Esta política de la esperanza basada en los buenos empleos tiene que ser construida de abajo arriba. Tiene que surgir del diálogo y el acuerdo entre los actores sociales más relevantes. En este sentido, ha destacado que España cuenta con un patrimonio inmaterial muy importante: la capacidad de diálogo y acuerdo. Este patrimonio es muy importante para lograr que las nuevas tecnologías se utilicen para mejorar las capacidades de los trabajadores, no para sustituirlos.
Finalmente, Antón Costas se ha preguntado a quién deben hablar los expertos cuando proponen medidas para mejorar las cosas, si deben hablarle al poder o a la sociedad. Su respuesta ha sido clara: deben dirigirse especialmente a la sociedad y buscar más de lo que ya hicieron en el pasado, buscar su consentimiento con las mejoras propuestas. En este sentido, afirmó, una sociedad informada es el único bien público que no puede ser suministrado por el Estado, sino por la propia sociedad civil organizada. Como es el caso de Zedarriak.
La charla ha concluido con una animada ronda de preguntas del público, que ha sido moderada por Cristina Garmendia   (también integrante de la Comisión Delegada de Zedarriak).
Las siete propuestas de Zedarriak
A continuación, y siguiendo con este mismo hilo argumental, la breve presentación del Informe de Zedarriak ha propuesto priorizar siete retos en tres áreas complementarias, en las que los distintos agentes económicos y sociales sumen sus esfuerzos para gestionar adecuadamente el impacto de las tecnologías disruptivas.
   • Transformar la educación
˗ El reto del uso correcto de las nuevas tecnologías en la educación
˗ El reto de formar y reciclar profesionales en las nuevas ocupaciones
   • Transformar la empresa y sus profesionales
˗ El reto de gestionar el impacto en el empleo
˗ El reto de sensibilizar e impulsar procesos claves en la gestión empresarial
   • Crear, captar y fidelizar nuevas empresas y nuevo talento
˗ El reto de conectar las comunidades científica e inversora
˗ El reto de aprovechar las oportunidades en fabricación avanzada
˗ El reto de posicionar Euskadi en el mapa del talento global
El acto ha finalizado con el agradecimiento y la despedida a los presentes de Cristina Garmendia, y la invitación al debate sereno, al diálogo para alcanzar una visión compartida que permita pasar a la acción.
El Foro Zedarriak y sus informes
El Foro Zedarriak está integrado a esta fecha por 15 personas de distintos ámbitos experiencia, edad y género (8 mujeres y 7 hombres) que pretenden ofrecer visiones complementarias desde la sociedad civil sobre cuestiones de máxima relevancia para Euskadi.
Ha quedado reforzado recientemente con la incorporación de Belén Frau, Directora de Comunicación de IKEA a nivel mundial y con la directora de orquesta y compositora Inma Shara, para reforzar el ámbito de la cultura.
Tras el desayuno, el Foro ha celebrado una reunión de trabajo, en la que ha aprobado el plan de acción para este año 2024.