"Es tiempo de profesionales"
José Antonio Garrido, presidente de Bilbao Metropoli 30
- José Antonio Garrido (Anuario 2024)
- 23-Abril-2025

José Antonio Garrido, presidente de Bilbao Metropoli 30.
Si algo caracteriza a la Sociedad del Conocimiento, en la que estamos inmersos, es la proclamación de la soberanía de la persona, considerada ésta como ser único cuyas acciones tienen un valor moral en cuanto están dotadas de finalidad. La persona no soslo resuelve problemas, sino que además los suscita. Lo característico de la persona es encontrarse siempre ante problemas nuevos y una de las mejores formas de abordarlos es “conjugar” los tres verbos a los que hacía referencia Eduardo Chillida: “dudar, buscar, preguntar”.
“En el siglo XXI, hacer empresa es hacer sociedad, capitalizando a la persona”.
La Empresa es un ente social en el que cada persona puede y debe aportar su libertad creativa, a partir de los valores de la solidaridad, la responsabilidad, la tolerancia y la profesionalidad.
Por eso la gran necesidad de “civilizar” a la sociedad, lo que significa dar mayor protagonismo a la “sociedad civil” frente a la “sociedad política”. Muchas veces se transmite la sensación de que los empresarios son subsidiarios de los políticos cuando en realidad están llamados a ser líderes sociales. Líderes sociales comprometidos con la creación de riqueza y no con otros objetivos cortoplacistas cuyas consecuencias negativas afectan a toda la sociedad.
En definitiva, se trataría de producir un cambio radical de tendencia en “nuestros proyectos empresariales” de manera individual y colectiva acertando a saber definir correctamente (no dejar que lo hagan otros), la visión, la misión y los valores; adquiriendo, manteniendo y mejorando el conocimiento de los aspectos clave de cada negocio (variables claves), lo que también es aplicable a nivel familiar y personal.
Necesitamos proyectos que adecuen nuestras virtudes tradicionales -trabajo bien hecho, esfuerzo cotidiano, asunción de riesgos, etc.- a las realidades actuales. Tenemos que cambiar la dirección de la tendencia. Hemos de recuperar la preocupación por lo trascendente, por la convivencia, por la solidaridad y por la observancia de las normas éticas más elementales.
La sociedad del futuro debería promover un cambio radical de tendencia pasando de “apoyar” intereses varios, que son una causa importante de debilidad económico-industrial, a apoyar a personas y grupos de gran competencia técnico-ética, que estén dispuestos a responsabilizarse en proyectos a medio y largo plazo para regenerar el tejido económico-industrial del país.
Será necesario, por tanto, hacer un gran esfuerzo para “convocar” a todos los excelentes profesionales de dentro y de fuera, que comparten el proyecto y hacerles ver que merece la pena constituirse en el nuevo poder económico-industrial, que su concurso es necesario y que la oportunidad es única.
Y finalmente, tratándose de las personas, merece la pena reflexionar que más que empresas “tractoras” deberíamos tener grupos de “profesionales tractores”, que por su posición empresarial sean capaces de generar riqueza. La feliz realización de este proyecto, requiere unos comportamientos de todos los ciudadanos en los diferentes ámbitos en que nos encontremos, de tal forma que por encima de las circunstancias específicas se deberán mantener permanentemente unos valores sólidos en los que basar planteamientos y sobre todo actuaciones.
Todo lo anterior introducirá un cambio radical en la concepción de lo que es una empresa, dejando en segundo término las consideraciones de tamaño, influencias ... e introduciendo otros parámetros en donde las personas serían la base de la nueva definición de lo que es una empresa.