El incremento de los costes no frena la buena marcha de la construcción en Euskadi

El sector afronta 2023 con “optimismo cauteloso”, según Ascobi-Bieba

Iñaki Urresti, secretario general de Ascobi-Bieba. Foto: Ascobi-Bieba

En un entorno inflacionario, con subidas importantes de los costes, y de gran incertidumbre, la construcción vasca ha afianzado su actividad y se han creado puestos de trabajo de modo significativo. En concreto, el empleo  aumentó un 10% (5.400 puestos más), cerrando 2022 con un total de 58.900 ocupados en el conjunto del País Vasco, correspondiendo 32.700 a Bizkaia.

Además, la promoción de vivienda ha mejorado su bajo nivel de producción tras la actualización, el verano pasado, de los precios máximos de la vivienda protegida.
Con estos datos, y pese a la persistencia de factores de riesgo –tanto geopolíticos como económicos–, el sector de la construcción en Euskadi afronta el ejercicio con un “optimismo cauteloso”, a tenor de la evolución de la actividad en los primeros meses del año en curso.
Estas son algunas de las principales conclusiones del Informe Ascobi 2022, sobre construcción y promoción en Bizkaia y el conjunto del País Vasco, que presentó su secretario general, Iñaki Urresti. 
En el informe se destaca que la cuantía de la obra pública licitada durante el pasado año aumentó un 15% en Euskadi (1.720 millones de euros, frente a 1.490 de 2021) y un 37% en Bizkaia (883 millones, frente a los 645 de un año atrás). Las administraciones locales –diputaciones forales y ayuntamientos–  representan el 42% del esfuerzo inversor en obra pública del ejercicio 2022 en el conjunto de la comunidad autónoma y el 48% en Bizkaia.

Licitaciones desiertas
No obstante, el fuerte incremento de los costes de producción, que condiciona la ejecución de los trabajos y deteriora los márgenes en las obras ejecutadas, ha provocado un aumento del número de licitaciones desiertas.
Según explicó Urresti, las medidas excepcionales en materia de revisión de precios en los contratos públicos de obra que se pusieron en marcha en marzo de 2022, y los decretos complementarios posteriores, “han tenido un alcance limitado, pues un buen número de obras han quedado fuera de su ámbito de aplicación y un alcance parcial, pues solo atendía a una parte de los incrementos de costes soportados en las obras sí incluidas”.

El aspecto negativo es que los márgenes de obra se reducen y aumentan las licitaciones que se declaran desiertas

Además, esas medidas excepcionales acaban de decaer, circunstancia que, a juicio de la Asociación de Constructores y Promotores Inmobiliarios de Bizkaia, debería ser paliada con disposiciones, por parte de las administraciones públicas involucradas, “que posibiliten la incorporación de mecanismos de revisión de precios en todos los pliegos de contratación y la adecuación y actualización de las bases de precios utilizadas en la elaboración de proyectos de obra”.

Viviendas iniciadas
Por otro lado, en comparación con 2021, la producción de vivienda nueva aumentó en la comunidad autónoma un 19% y un 13% en Bizkaia. Se detecta, a demás, que la producción de vivienda protegida recupera impulso con la actualización de los precios máximos de venta que tuvo lugar en julio de 2022, tras más de una década congelados. En concreto, durante 2022 se inició la producción de 5.649 viviendas nuevas en el País Vasco y 2,540 en Bizkaia. 
“En este incremento de la vivienda iniciada en 2022 respecto al año anterior ha tenido especial incidencia el inicio de la producción de vivienda protegida a partir del segundo semestre, tras la actualización de los precios máximos de venta de la VPO de régimen general, congelados durante más de una década”, explicó el secretario general de Ascobi-Bieba.
Sin embargo, Urresti también dijo que con esta recuperación respecto a 2021 no se han alcanzado las cifras de producción previas a la pandemia. “En la comparativa, el número de viviendas iniciadas respecto a 2019 todavía es inferior en un 12% en el País Vasco y en un 32% en Bizkaia”, argumentó.
A su juicio, esta mejora no cambia el escenario de baja producción de vivienda nueva que se está manteniendo en Euskadi de modo estructural durante la última década y que, con tasas de producción de apenas dos viviendas por cada 1.000 habitantes, no consigue atender la cuantiosa demanda de vivienda nueva, libre y protegida, de la sociedad vasca.

Propuestas
“Para revertir esta situación, y propiciar una oferta suficiente de vivienda nueva, es necesario que desde las administraciones competentes se impulsen medidas de estímulo de la actividad en el ámbito de la promoción inmobiliaria”, demandó Iñaki Urresti, quien calificó de “medidas en la dirección correcta” la  actualización, el pasado mes de julio, de los precios de la vivienda protegida y el establecimiento del mecanismo de revisión anual en función del IPC.
Pero añadió que estas iniciativas “deben ser acompañadas con otras de carácter legislativo, como la adecuación de los porcentajes de reserva de suelo para vivienda protegida a la realidad y necesidad actuales de cada municipio, o  la aprobación urgente del decreto de Estándares Urbanísticos”.
En opinión de la asociación de constructores y promotores vizcaínos, “también resulta perentorio adoptar medias de naturaleza administrativa, como las que se refieren a la agilización de la tramitación de los instrumentos de ordenación urbanística y de gestión, especialmente la obtención de licencias y permisos”. Según Urresti, “en el entorno actual de aumento de los plazos en toda tramitación urbanística resulta un sinsentido que con cualquier defecto de forma los expedientes vuelvan a la casilla de salida”.

Compra-venta y siniestralidad
Por su parte, los mercados inmobiliarios vizcaíno y vasco continúan su impulso. Durante 2022 las operaciones totales de compraventa de vivienda alcanzaron las mayores cifras de los últimos 15 años, especialmente por el dinamismo del mercado de la vivienda usada. En Bizkaia, el incremento total fue del 14% y en el conjunto de la Comunidad Autónoma de Euskadi,  del 10% respecto de 2021. Las ventas de vivienda nueva aumentaron en un 16% en Bizkaia.
Cuestionado sobre si la subida de los tipos de interés, la evolución del Euribor o el endurecimiento de las condiciones bancarias para conceder préstamos podría influir en los próximos meses en esta evolución positiva de las operaciones de compraventa, Urresti respondió que las incertidumbres y el escenario tan cambiante “no permiten prever cómo se verá afectado el mercado inmobiliario. Es muy difícil hacer estimaciones al respecto”.
De otro lado, la encuesta sobre la evolución del precio medio de la vivienda en Bizkaia muestra una continuada tendencia a la subida moderada de los precios medios con respecto a los años anteriores, tanto en vivienda nueva como en usada.
Y, por lo que respecta a la siniestralidad del sector, en Bizkaia se ha reducido en cuanto a accidentes mortales, pero ha subido respecto a graves. En 2022, una persona falleció (el año anterior fueron dos) y hubo 28 accidentes graves y más de 2.600 leves, lo que supone, en cuanto a siniestros, un 56% y un 21% más, respectivamente, sin se compara con 2021.
“Estas cifras nos retrotraen a 10 años atrás, lo cual es algo sobre lo que deberíamos reflexionar todas las partes implicadas”, concluyó el secretario general de Ascobi-Bieba.

 

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