CaixaBank y Laboral Kutxa prevén una desaceleración generalizada de la economía

Oriol Aspach, Jon Barrutia (que moderó el debate) y Joseba Madariga. Foto: Adype

Si bien la economía vasca ha mostrado dinamismo en la primera mitad del año, el PIB se encuentra todavía un 0,8% por debajo del dato del cuarto trimestre de 2019, antes de la pandemia. El crecimiento del tercer trimestre de dos décimas apunta a “una ralentización de la actividad”, que “se aprecia más claramente en el sector industrial, y en menor grado en los servicios”. Por el lado de la demanda, “se ralentizan el consumo y la inversión”, y “las exportaciones siguen manteniendo un buen comportamiento”, mientras que “las importaciones van cediendo terreno”. Destaca, además, la “fortaleza del mercado laboral”, con una tasa de paro del 7,9%.
Este es el análisis realizado por el responsable del Departamento de Estudios de Laboral Kutxa, en el encuentro organizado por Adype para tratar sobre las perspectivas económicas, y en el que compartió mesa con su homólogo de CaixaBank, Oriol Aspach. En esta jornada quedó patente que se prevé una desaceleración generalizada de la economía, lastrada por la inflación, que se mantendrá elevada pese a mostrar una tendencia a la baja. Según los expertos, la probabilidad de ver retrocesos de la actividad en los próximos meses, sobre todo en la eurozona, es significativa. En España, los indicadores apuntan a un debilitamiento de la actividad.
Por eso, pese a que Laboral Kutxa ha revisado al alza –del 3,6% al 4,2%–  el crecimiento del PIB de Euskadi para este ejercicio, para 2023 es muy probable que el próximo mes la entidad revise a la baja la tasa de crecimiento anual del 2,7% que dio en junio. 

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