Autobuses La Guipuzcoana celebra su 100 aniversario en un acto que destaca su contribución histórica a la movilidad en Gipuzkoa
La conmemoración acoge la presentación del libro 'Un viaje centenario' y sirve para reconocer el papel de la empresa en la cohesión territorial durante el último siglo
- Estrategia Empresarial
- 03-Diciembre-2025
Participantes en el acto conmemorativo del 100 aniversario de Autobuses La Guipuzcoana. Foto: Autobuses La Guipuzcoana.
Autobuses La Guipuzcoana ha celebrado este martes el acto conmemorativo de su 100 aniversario, en el transcurso del cual se ha presentado el libro 'Un viaje centenario', una obra que repasa la trayectoria de la compañía desde su fundación en 1925 y destaca los hitos que han marcado su evolución. El encuentro, que ha tenido lugar en el Zubiaurre Elkargunea de Azkoitia, localidad en la que nació hace un siglo la compañía, ha reunido a más de un centenar de representantes institucionales, agentes del sector del transporte, personas trabajadoras y colaboradoras de la empresa y vecinos de la localidad.
En este año de su centenario, la empresa ha sido reconocida con el premio Guztiok Mugituz 2025, otorgado por la Diputación Foral de Gipuzkoa, que distingue aquellas iniciativas que fomentan una movilidad accesible, eficiente y respetuosa con el entorno.
El encuentro, conducido por el periodista Xabier Euzkitze, ha comenzado con la bienvenida de José Luis Iraeta, administrador y CEO de Autobuses La Guipuzcoana, quien ha subrayado que esta celebración supone “un reconocimiento a cien años de esfuerzo y dedicación al servicio público, así como un compromiso renovado con el territorio y con las personas que cada día confían en nuestro trabajo”. Asimismo, Iraeta ha dedicado unas palabras a reconocer el legado de sus antecesores y el trabajo de las diferentes generaciones que han consolidado la compañía a lo largo del tiempo.
A continuación, la alcaldesa de Azkoitia, Ana Azkoitia, y la Diputada de Movilidad, Turismo y Ordenación de Gipuzkoa, Azahara Domínguez, han destacado la relevancia de la empresa en la vertebración del territorio y en el acceso equitativo a una movilidad sostenible.
En su intervención, Ana Azkoitia ha asegurado que “La Guipuzcoana ha sembrado el futuro invirtiendo en tecnología, mejorando continuamente los servicios, creando empleo, cohesionando el territorio, fomentando la sostenibilidad. Y en ese camino, se ha convertido en una empresa familiar histórica. Porque una trayectoria centenaria es una trayectoria histórica. Como hasta ahora, a La Guipuzcoana no le faltarán retos de cara al futuro”.
Azahara Domínguez se ha dirigido a las personas de Autobuses La Guipuzcoana afirmando que “vuestro mayor legado no es haber conectado Urola Erdia con Donostia y con el resto de Gipuzkoa, sino haber conectado personas. Habéis hecho de Gipuzkoa un territorio más justo e igualitario, facilitando que muchas personas hayan podido acceder a servicios que les eran inaccesibles por no disponer de un vehículo privado. Y, además, habéis sido una fuente importantísima de empleo en la comarca, dando trabajo a decenas y decenas de familias que hoy celebran esta efeméride como si fuera suya. Zorionak bihotz- bihotzez. No puedo más que desearos, al menos, otros cien años de éxitos”.
Posteriormente, el historiador Juanjo Olaizola, director del Museo Vasco del Ferrocarril y autor del libro ‘Un viaje centenario’, ha presentado, en una conversación con José Luis Iraeta, la obra y repasado los principales hitos y transformaciones que han marcado el devenir de la empresa, desde sus inicios con la línea Azkoitia-Donostia hasta la modernización tecnológica y la diversificación que han marcado los últimos años.
Al final de esta presentación, el administrador y CEO de Autobuses La Guipuzcoana, José Luis Iraeta, ha hecho entrega al Museo Vasco del Ferrocarril de un autobús histórico de la compañía. Se trata de un Scania de dos pisos, modelo Ayats Bravo, que fue adquirido en 2002 por Autobuses La Guipuzcoana, y, tras casi 14 años de servicio, en 2015 fue vendido. Tras un breve paso por Zaragoza, fue comprado por una compañía de autobuses búlgara. Durante casi 10 años ha estado haciendo la ruta Sofía-Madrid. En abril de 2025, y con motivo del centenario, Autobuses La Guipuzcoana lo ha recuperado. En estos momentos tiene más de cuatro millones de kilómetros, lo que supone haber dado 100 veces la vuelta al mundo. Después de 23 años ha regresado a casa.
La movilidad como pilar de cohesión y bienestar
El cierre institucional ha corrido a cargo de la diputada general de Gipuzkoa, Eider Mendoza, quien ha felicitado a la empresa por su trayectoria y ha puesto en valor su aportación al desarrollo económico y social del territorio. Mendoza ha subrayado la importancia que tiene el transporte colectivo para garantizar la cohesión territorial de Gipuzkoa, un territorio diverso en el que conviven ciudades, valles y pequeños municipios. En este sentido, ha destacado la contribución de La Guipuzcoana a la promoción del bienestar de la ciudadanía por conectar a diario los distintos núcleos de población y facilitar la igualdad de oportunidades para estudiar, trabajar, acceder a servicios o disfrutar de la vida cultural.
Asimismo, ha señalado que el papel de la empresa resulta especialmente relevante en la transición hacia una movilidad más sostenible y en los esfuerzos del territorio por avanzar en la descarbonización, recordando que el transporte colectivo es una herramienta esencial para lograr una movilidad más limpia.
La piedra más pesada
El acto ha concluido con una exhibición de levantamiento de piedra, a cargo de la harri-jasotzaile Lierni Osa y del reconocido levantador Jon Unanue 'Goenatxo III', con la que se ha querido homenajear a José Manuel Iraeta Azpiazu, 'Usuola', impulsor de la empresa y abuelo de los actuales propietarios de Autobuses La Guipuzcoana, además de un famoso harri-jasotzaile, que, el 25 de marzo de 1928, en Eibar, se hizo enormemente popular al ganar una apuesta tras levantar una piedra cúbica de 171,7 kg, la misma que 'Goenatxo III' ha alzado en su exhibición.
Un siglo de servicio público, innovación y arraigo territorial
‘Un viaje centenario’ es el resultado de un exhaustivo proceso de documentación que reconstruye una trayectoria marcada por el esfuerzo, la superación y el emprendimiento. La historia de La Guipuzcoana es inseparable de la evolución social y económica del territorio de Gipuzkoa, y su recorrido constituye un ejemplo singular de cómo un proyecto familiar ha sido capaz de adaptarse a los cambios de cada época sin perder su vocación de servicio público.
El libro arranca en 1925, año en que se fundó la empresa con la concesión de la línea Azkoitia–San Sebastián, en un contexto en el que el transporte de personas por carretera estaba aún en sus primeras etapas. Ese primer impulso se vio reforzado en 1945, cuando José Manuel Iraeta Azpiazu —entonces taxista en Azkoitia— decidió asumir el reto de desarrollar la compañía, manteniendo su razón social y aportando una visión pionera que marcaría el rumbo de la empresa en las décadas siguientes.
Tal y como recoge la obra, los años 50 representan una etapa de impulso organizativo: se incorporó nuevo personal de conducción, se abrieron oficinas, se renovó parte de la flota y se ampliaron los servicios ofrecidos a la ciudadanía. Cabe reseñar el relevo generacional producido en los años 70, tras la jubilación de José Manuel Iraeta. En ese periodo, fueron sus hijos e hijas quienes tomaron las riendas, iniciando una modernización que permitió mejorar la capacidad operativa de la empresa e incorporar nuevas tecnologías disponibles en aquel momento. Algunos nietos y nietas se sumaron entonces a la actividad, reforzando el carácter familiar de la compañía.
Ya en 2013, la incorporación de la tercera generación de la familia Iraeta impulsó cambios significativos en la gestión interna. Desde entonces, se aceleró la diversificación de servicios, se obtuvieron nuevas certificaciones de calidad y se implantaron mejoras en la gestión de procesos y en los desarrollos tecnológicos, reforzando la profesionalización de la empresa y su adaptación a un entorno cada vez más exigente.
En conjunto, ‘Un viaje centenario’ retrata cómo La Guipuzcoana ha sido capaz de superar los desafíos propios de cada época para convertirse en uno de los pocos proyectos empresariales centenarios de Gipuzkoa. En definitiva, una compañía que ha sabido mantener su arraigo territorial, apostar por la sostenibilidad, generar empleo y riqueza, impulsar la colaboración con proveedores locales y ofrecer soluciones de movilidad esenciales para el bienestar del conjunto de la sociedad.
Una empresa centenaria que mira al futuro
En la actualidad, Autobuses La Guipuzcoana ofrece soluciones de movilidad ciudadana a más de dos millones de personas viajeras anuales. Presta servicios regulares, discrecionales y especiales, principalmente a la población del Valle del Urola, pero también a ayuntamientos, centros escolares y académicos, empresas y diversas organizaciones del territorio.
La Guipuzcoana ha culminado recientemente una nueva fase en la ampliación y renovación de su flota de vehículos, incorporando 11 nuevos autocares dotados de sistemas de combustión más eficientes y respetuosos con el medio ambiente. Con esta actualización, cuenta con más de una treintena de vehículos, reforzando su apuesta por un transporte más seguro, moderno y alineado con los criterios de sostenibilidad que demanda el territorio.

