Los microhilos, como sensores para los móviles

Los microhilos se crearon en la antigua Unión Soviética con fines militares. Eran la base del camuflaje de un modelo de avión espía utilizado por el ejército soviético, pero hace tiempo que la comunidad científica los estudia para otros usos. Un trabajo del grupo de Magnetismo de la UPV/EHU avanza en el análisis de la comprensión de la conducta magnética superficial de microhilos con recubrimiento vítreo y concluye que son los grandes candidatos para ser utilizados como sensores de alta sensibilidad, por ejemplo, en los teléfonos móviles. El estudio se ha publicado en la revista ‘Physica B: Condensed Matter’.
Los microhilos poseen un núcleo metálico y una piel de cristal, es decir, poseen un recubrimiento vítreo. El núcleo del microhilo está compuesto por una aleación ferromagnética, que varía dependiendo de los metales utilizados en la aleación y de la geometría final del hilo. “Pero hay una cualidad que todos ellos comparten: tienen propiedades magnéticas. Son exactamente esas propiedades magnéticas y su escaso tamaño los que los hacen tan estimados”, señala Alexander Chizhik miembro del grupo de Magnetismo.
“Una de las aplicaciones quizás más conocidas de los microhilos son que pueden ser utilizados como sensores de los compases electrónicos de los teléfonos móviles”, comenta Chizhik. “Se trata de sensores que permiten determinar la posición del propietario del móvil en el espacio, como si de un GPS se tratara”, añade. Al igual que los sensores de la telefonía móvil, varios dispositivos desarrollados con la colaboración con la empresa japonesa Aichi, se utilizan actualmente en la industria del automóvil o coches de vigilancia de tráfico.

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