“La actual situación va a acelerar, sin lugar a dudas, la descarbonización”

Iñigo Ansola, director general del Ente Vasco de la Energía (EVE)

Iñigo Ansola, director general del Ente Vasco de la Energía (EVE) Foto: EVE

El Ente Vasco de la Energía (EVE) celebra su 40 cumpleaños en plena vorágine energética. Una situación que, su director general, considera que va a acelerar la descarbonización, aunque ahora se esté atendiendo a lo urgente, a garantizar el suministro. 

La actual situación de precios energéticos, las dificultades de aprovisionamiento de gas, las reaperturas de centrales de carbón y nucleares, etc. ¿está cuestionando el itinerario de la descarbonización?
Yo distinguiría dos cuestiones. Por un lado, lo urgente y lo próximo, que es que tenemos que garantizar, a nivel europeo, el suministro energético. Por ello, Alemania, Austria y otros países están haciendo todo lo posible por tener esa garantía con cualquier tecnología. Bien sean centrales de carbón, ciclos combinados de gas, centrales nucleares… todo lo que pueda ayudar a no tener esa dependencia del gas ruso. Esto es lo urgente y alguien puede pensar que como se están reabriendo las centrales de carbón nos olvidamos de la descarbonización. Pero no. Porque al mismo tiempo, se está imponiendo la idea de que es más necesario que nunca instalar más renovables. Yo diría que esta situación, a medio plazo, va a acelerar, sin lugar a dudas, la implantación de renovables. Y viniendo a Euskadi, no hay más que ver cómo estamos impulsando, cada vez más, las instalaciones de autoconsumo, al tiempo que hay iniciativas renovables público-privadas, y muchas privadas, que se están presentado, algo que no se había dado en los últimos 20 años. Hay un auge de las comunidades energéticas, de proyectos fotovoltaicos y eólicos… Esta situación va a acelerar la descarbonización.

Y en este complicado escenario energético, ¿cómo está posicionado Euskadi? ¿Habrá que actualizar la Estrategia Energética de Euskadi 2030 y sus objetivos?
El EVE este año cumple su 40 aniversario, y si en algo se ha hecho hincapié en estos 40 años es en la eficiencia energética. La mejor política energética que podemos llevar a acabo es el ahorro. Ahora, la propia Comisión Europea y los estados nos están diciendo que debemos reducir el consumo energético de una manera imperiosa. Es cierto, que esta necesidad se deriva de unas condiciones extraordinarias, provocadas por la invasión de Ucrania. Pero, independientemente, debemos continuar por la senda de la eficiencia. De ahí viene el Plan de Contingencia Energética, aprobado por el Gobierno vasco y que debemos ir adoptando, para adecuarnos a la directriz europea de reducir un 15% el consumo de gas, que en el caso del Estado es de un 7%. Nosotros vamos a hacer todos los deberes para cumplir ese compromiso. En cuanto a la Estrategia Energética 2030, que se promulgó en 2016, es cierto que las situaciones van cambiando. Y la premisa es acelerar lo máximo posible la implantación de renovables para llegar a los objetivos marcados cuanto antes. El Gobierno también está trabajando en una Ley de Transición Energética y Cambio Climático, cuyo borrador está muy avanzado, y ahí entendemos que sí se podrían ver actualizados los objetivos de la Estrategia Energética.

“Hay un auge de las comunidades energéticas, de proyectos fotovoltaicos y eólicos..., lo que no se había dado en los últimos 20 años”

¿Cómo conseguimos un país más eficiente y menos dependiente energéticamente?
Lo que tenemos claro es que cuanto más descarbonicemos, menos dependientes seremos. Aún tenemos un alta dependencia de los combustibles fósiles. Cuantas más renovables instalemos, menos dependencia vamos a tener de los derivados del petróleo, unos combustibles que no controlamos. ¿Vamos a poder ser 100% independientes en materia energética? No, pero cuanto menos dependientes seamos, mejor. Y tenemos muchos deberes que llevar a cabo.

¿En qué situación estamos actualmente en el ámbito del gas?
No estamos mal. Tenemos una planta regasificadora, Bahía de Bizkaia Gas, con una capacidad de emisión de 800.000 Nm3/h (metros cúbicos normales por hora) y con una alta utilización en el sistema, ya que se envía bastante a Francia. Además, contamos con un almacenamiento subterráneo, el de Gaviota, que tiene un 1 bcm de capacidad (1.000 millones de metros cúbicos). Para que nos hagamos una idea, el consumo anual de gas en Euskadi ronda los 2,5 bcm. Actualmente, su nivel de almacenamiento está por encima del 80%. Y contamos con un gasoducto que conecta con Iparralde por Irun. En lo que sería recurso propio, el debate está cerrado y no seré yo quien lo reabra

Pero, ¿hay gas en Euskadi?
Tenemos que ser conscientes de que tenemos ese recurso en nuestro subsuelo. Y más ahora, que nos hemos dado cuenta todos en Europa de que el gas tiene una gran importancia en nuestro tejido social y económico, y de que tenemos una alta dependencia de los países productores.

¿El pozo de Armentia era solo de exploración?
En Armentia se quería evaluar el gas existente y, en su caso, extraerlo por métodos convencionales, sin recurrir a la fractura hidráulica. Se estimaba que mediante perforación era posible extraer ese gas natural en cantidades suficientes, como para poder ser comercializado. Cómo está sucediendo actualmente en el yacimiento Viura, en La Rioja. 

Iñigo Ansola, director general del Ente Vasco de la Energía (EVE)

“Vamos a estar en la promoción de
los diferentes proyectos del hidrógeno para crear una nueva cadena de valor”

En este campo se han hecho dos peticiones: el segundo cargadero de camiones en BBG y la ampliación de la capacidad de interconexión del gasoducto que pasa por Irun. ¿Estas dos actuaciones mejorarían nuestra posición como conexión gasista con Europa?
Así es. Llevamos unos cuantos años que vemos que la utilización del actual cargadero de camiones que transportan GNL es muy alta. Y consideramos muy necesario un segundo porque se prevé que aumente el movimiento de camiones en esta situación. Además, tenemos un tráfico adicional para atender al buque que Britany Ferrys ha puesto en servicio y que utiliza gas natural, que se transporta mediante camiones a la gasinera que ha instalado Repsol. Y no se descarta que a Santander llegue otro ferry que opere con GNL, por lo que habría que suministrarle gas por camión. Por lo tanto, ese segundo cargadero va a ser necesario y muy importante. En cuanto a los gasoductos, hay dos conexiones con Iparralde, por Irun y por Larrau. Entre los dos tienen una capacidad de 7 bcm anuales. Lo que se pretende es ver si se puede meter más presión para aumentar esa capacidad a 9 bcm. Se podría utilizar así en momentos punta, pero no de continuo porque habría que reforzar esa conexión para que pueda soportar ese aumento de presión.

Se refería antes al Plan de Contingencia Energética recientemente presentado, ¿qué medidas destacaría?
Este documento se dirige, básicamente, a tres grandes sectores: el económico, y dentro de el, especialmente a la industria; la ciudadanía y las administraciones, por su papel ejemplificador. El consumo de gas está muy ligado al consumo eléctrico, ya que parte de la electricidad se genera mediante gas natural. Y dentro del Plan hay tres medidas concretas que van a ayudar a mejorar la gestión del consumo de gas. Por un lado, está extender el mecanismo de interrumpibilidad al gas. Luego, la propuesta de creación de un agregador de la demanda, que es una nueva figura que gracias a los sistemas avanzados tiene la capacidad de optimizar y gestionar de manera flexible la demanda de energía. Y luego está el topar precios del gas para la cogeneración, lo que el Gobierno central ya ha admitido. Y esto muy importante para las grandes industrias ya que muchas de ellas tienen cogeneración para producir calor y electricidad, como puede ser, por ejemplo, la industria papelera.

En este Plan se recoge también la agilización de plazos en la tramitación de la evaluación ambiental de determinados proyectos
Lo primero que hay que decir es que las garantías medioambientales se van a preservar. Lo que se trata es, en la actual situación, acortar los tiempos de evaluación para que se agilicen los procesos de implantación de proyectos eólicos y fotovoltaicos.

Antes hemos hablado de la necesidad de incrementar la producción renovable. ¿En qué momento nos encontramos de la elaboración del PTS de energías renovables?
El PTS es un instrumento de ordenación del territorio, que lo que hará es ordenar las distintas posibilidades de implantación de instalaciones renovables en Euskadi, tipificando ubicaciones o zonas. Una vez aprobado, lo que es la tramitación administrativa de los parques va a ser mucho más ágil. Pero esto no quiere decir que hasta que no esté aprobado no se puedan promover este tipo de instalaciones. Actualmente tenemos una normativa en vigor que establece todas las garantías para que cualquier promoción de renovables se lleve a cabo. Yo creo que se está intentado agilizar su aprobación, así como la de la Ley de Transición Energética y Cambio Climático. 

Este año se cumplen 40 años de la fundación del EVE, ¿cómo ha cambiado el ‘mix’ energético de Euskadi desde entonces?
Nuestro ‘mix’ energético ha cambiado considerablemente. En 1982 teníamos una altísima dependencia de los derivados del petróleo, de cerca del 62%, y actualmente estamos en un 44%. Tenía una gran presencia el carbón, un 24%, y hoy es cero. No había gas y el GNL actualmente representa el 35%. Las renovables suponían un 2%, por la biomasa, y actualmente estamos, con la energía importada, en un 17%. Además, hay que tener en cuenta que el mayor consumidor de derivados del petróleo es el sector de la movilidad, que consume más que la propia industria. En el ‘mix’ energético de consumo, la movilidad supone un 42% y la industria un 36%. Y es destacable también que la intensidad energética, indicador de la eficiencia energética, ha descendido un 50% en los últimos 40 años, con una importante aportación del sector industrial.

En esta evolución del ‘mix’ y en el avance de la transición energética juega un papel importante la adopción de nuevas tecnologías, como el hidrogeno. ¿Cómo ve el futuro de este vector?
El hidrógeno no es algo que se haya inventado ahora. Lo novedoso es generar hidrógeno ‘verde’. Es decir, producir hidrógeno mediante electrólisis del agua a partir de energías renovables. Además, ahora se está aprovechando su capacidad de almacenamiento energético y que se puede utilizar en aquellos consumos que no pueden ser sustituidos por la electricidad. Y, por otro parte, ocurre que cuanta más energía renovable tengamos habrá más momentos en que no podamos utilizarla y debamos almacenarla en forma de hidrógeno. Esto da sentido a la producción de hidrógeno ‘verde’ como vector energético, a precios competitivos. Ahora, la apuesta va en la senda de crear un mercado donde haya productores y consumidores de hidrógeno, que tenga una regulación específica y que haya un desarrollo industrial.

Y en este campo, como antes en el del gas o en la eólica, las instituciones vascas, a través del EVE, quieren que Euskadi juegue un papel importante
No es casualidad que en Euskadi tengamos una cadena de valor tan importante en el sector eólico. Lo que se pretende ahora es hacer lo mismo el hidrógeno. Y aquí, la colaboración público-privada es esencial. Nosotros vamos a estar en la promoción de los diferentes proyectos relacionados con el hidrógeno para crear una nueva cadena de valor.

 

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