Greentel ha iniciado su andadura como operador independiente tras obtener recientemente la licencia oficial, culminando un proyecto que comenzó hace tres años. La empresa nace de la experiencia de sus fundadores en grandes operadores del sector, donde constataron la pérdida de trato personalizado. Para validar su modelo, lanzaron primero una marca que revendía servicios de un operador consolidado y, una vez comprobado que el enfoque funcionaba y que los clientes valoraban la cercanía, decidieron constituirse como operadora con control total sobre la atención, la postventa y toda la experiencia del usuario.
Al igual que la mayoría de las compañías del sector, Greentel alquila infraestructuras a grandes operadores y su propuesta comercial se basa en ofrecer servicios básicos (móvil, fibra, datos y televisión) a un precio ajustado, reduciendo los costes derivados de la publicidad masiva, las tiendas físicas o grandes equipos comerciales. Según su CEO, Alain Mateo, las comunicaciones “valen muy poco”, y lo que encarece las tarifas son precisamente esos costes añadidos que la compañía ha decidido eliminar para mantener una oferta competitiva.
Sostenibilidad
La sostenibilidad es otro de los pilares del proyecto. Con el apoyo del socio Ricardo Niso, experto en energías renovables, Greentel promueve prácticas y materiales reciclables, envía toda su documentación en formatos sostenibles y tiene un programa de reforestación mediante el cual planta un árbol por cada nuevo cliente, además de promover la concienciación del usuario sobre el impacto ambiental de la tecnología.
En cuanto al mercado, Greentel se dirige tanto a residencial como a empresa (fundamentalmente autónomos y pymes que buscan soluciones asequibles de móvil e internet), por el momento de ámbito nacional.