“Euskadi, un referente emprendedor con el reto de fomentar la cultura del emprendimiento”

María Saiz, presidenta del Observatorio Vasco del Emprendimiento EEB-OVE

María Saiz, presidenta del Observatorio Vasco del Emprendimiento EEB-OVE.

Los datos del Observatorio Vasco del Emprendimiento EEB-OVE lo confirman una vez más: Euskadi es un ecosistema emprendedor referente. Ocupa una posición de liderazgo destacada en el ámbito estatal  con una valoración superior a la media de la UE y comparable a la de EE.UU. 

El estudio en profundidad del ecosistema emprendedor vasco nos muestra una evidencia reiterada de fortalezas y debilidades estructurales. Las tradicionales fortalezas de nuestro ecosistema son cada año más sólidas, con especial mención a las infraestructuras del territorio y a la calidad de los programas de emprendimiento impulsados por el sector público. Y conviven con un déficit histórico en el ámbito educativo. La educación primaria y secundaria es el factor más débil del contexto emprendedor vasco. 

Esta brecha educativa en el ámbito empresarial no es exclusiva de Euskadi. El informe Global Entrepreneurship Monitor Global 2023-2024 revela que la educación emprendedora es la condición de contexto más débil en 31 de 49 economías analizadas en el entorno mundial. Una realidad que exige la atención de responsables de políticas y líderes educativos.

La urgencia de atención en el ámbito educativo se hace más evidente observando el envejecimiento paulatino de las personas que deciden emprender en Euskadi. La persona emprendedora vasca se caracteriza por su elevada formación y por una edad avanzada (43 años), que, por un lado, aporta madurez y experiencia a las iniciativas que lidera, pero por otro reduce su recorrido emprendedor. De hecho, Euskadi se sitúa en la tercera posición de países desarrollados GEM en emprendimiento senior (entre 55 y 64 años), y en la penúltima en emprendimiento juvenil (menor de 35 años). 

Los últimos resultados nos trasladan una doble realidad: por un lado, se observa una mejora generalizada y estable de resultados del emprendimiento vasco, tanto en cantidad, como en calidad, y por otro, nos encontramos con un importante deterioro de los valores de cultura emprendedora. La percepción de dificultad para emprender se ha incrementado y solo un 43% de los vascos/as considera que emprender es una buena opción profesional. El miedo a fracasar es un freno para el 60% de la población y solo el 40% considera que tiene las capacidades y habilidades para emprender, lo que muestra una sociedad vasca con un nivel de autoexigencia especialmente elevado y que genera un contexto cultural adverso a la actividad emprendedora.

Por todo ello, entendemos que el gran reto del ecosistema emprendedor vasco es paliar el déficit histórico en educación emprendedora, especialmente en primaria y secundaria. Un reto que debería favorecer el rejuvenecimiento emprendedor. Y por supuesto, impulsar de manera paciente la cultura emprendedora en la sociedad vasca: buscando valores y referentes que favorezcan el crecimiento de la actividad emprendedora y que legitimen el papel de la figura emprendedora, como generadora de empleo, innovación y riqueza.

El ecosistema emprendedor vasco exige y merece medidas firmes para atraer y desarrollar talento emprendedor. Estas medidas deben fomentar la asunción de riesgos empresariales entre la población y revalorizar el emprendimiento como una alternativa profesional viable y accesible.

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