“El impacto social que buscamos en cada proyecto que ayudamos a incubar nos distingue”

Oihane Aldayturriaga, responsable de Talento y Emprendimiento en BBK

Oihane Aldayturriaga, responsable de Talento y Emprendimiento en BBK. Foto: Estrategia Empresarial

En su objetivo de liderar la creación de un ecosistema de emprendimiento social y de inversión de impacto en Bizkaia, y de contribuir a dar respuesta desde lo local al triple reto global que hoy representan las transiciones digital, ecológica y demográfica contempladas por Naciones Unidas en la Agenda 2030, la fundación bancaria BBK ha puesto su foco en el impulso de nuevos modelos de negocio que, además de ser rentables y autosostenibles, respondan y solucionen retos sociales. El programa BBK Ekin de emprendimiento social acaba de culminar con éxito su segunda edición. Su responsable, Oihane Aldayturriaga, anuncia para antes de fin de año una nueva convocatoria.

¿Cómo nace el programa BBK Ekin y cuáles son sus objetivos?
Surge del convencimiento de que para completar la hoja de ruta que marcan la Agenda 2030 y los ODS no basta la labor de los estados ni la filantropía, sino que es necesaria una mayor implicación del sector privado. Es ahí donde cobra importancia el emprendimiento social, modelos de negocio que además de ser rentables y autosostenibles, respondan y solucionen retos sociales. Apostamos por estos modelos y pasar del binomio rentabilidad-riesgo al trinomio rentabilidad-riesgo-impacto. Con este objetivo diseñamos el ‘viaje del emprendedor’, acompañando a los promotores sociales a lo largo de todo el trayecto.

¿En qué consiste el itinerario y el acompañamiento que se presta al emprendedor?
En BBK distinguimos cuatro grandes fases: inspirar, impulsar, acelerar e invertir. En la primera lo hacemos con ideas, eventos, con iniciativas que se celebran en BBK Kuna, muchas veces en colaboración con la red internacional de emprendimiento social Ashoka, de manera que las personas puedan considerar la oportunidad de poder cambiar las cosas, de generar nuevas ideas y modelos para cambiar. En Impulsar contamos con BBK Ekin, un programa en el que entran personas con ideas, que quieren validar su modelo de negocio. Tenemos también un programa de aceleración que en breve iniciará una nueva edición, donde acogemos proyectos que ya han verificado la viabilidad de su modelo de negocio y necesitan acelerarlo. La última fase es la de inversión que abordamos con el programa ‘Mundu aldatu’, que ya ha invertido en varias startups. Todo ello conectado al ecosistema de Bizkaia, razón por la cual estamos también presentes en la Torre BAT. Pero no todos hacen el viaje completo. Hay diferentes entradas.

 

“Ayudamos a la persona emprendedora en la inspiración, impulso, aceleración e inversión en su proyecto”

¿Cómo es el perfil del emprendedor que llega a BBK Ekin, y desde dónde lo hace?
Tenemos personas de todas las edades, gente joven pero también de una edad intermedia, con el propósito de emprender un proyecto de negocio. En la primera edición de BBK Ekin seleccionamos cuatro propuestas y en esta segunda que acaba de finalizar con la presentación de los proyectos y la entrega de premios, se presentaron 70 de los cuales 25 han pasado al programa, 10 presentaron el proyecto final y tres fueron los premiados. En esta segunda edición hemos abierto el programa a la participación de más personas si bien, conforme se va avanzando en el proyecto, las exigencias son mayores y se va reduciendo el número de participantes. Nos interesa generar impacto en Bizkaia de modo que aceptamos inscripciones de cualquier sitio, pero deben inscribirse como empresa aquí. Los interesados llegan a través de los muchos eventos y tipologías de comunidades que generamos. Universidades, BBK Kuna o eventos como Future Game, entre otros, son una importante cantera.

¿Qué diferencia a BBK Ekin de iniciativas lideradas desde otros organismos en Euskadi?
Fundamentalmente el impacto social que buscamos en cada proyecto que ayudamos a incubar. Los partners en los que nos apoyamos nos ayudan en esa especialización y el acompañamiento a cada uno de los proyectos es  también muy profesionalizado. En fases iniciales no hay tantos programas de incubación de alto nivel como este.

¿Qué proyectos se han premiado en esta segunda edición?
El primer premio ha sido para Landatu Solar, que diseña y construye instalaciones solares sobre el agua a partir de flotadores, un proyecto que se inició con nosotros desde la fase de inspiración y que ha evolucionado hasta conformar un equipo potente, registrar una patente y contar con una cartera de varios clientes. El segundo premio fue para Klinixi, una empresa que hace test de covid permanente; y la tercera fue Bask, especializada en productos de moda a partir de residuos de plástico. Proyectos todos muy diversos y con origen en Bizkaia.

 

“Validar el modelo de negocio, tener algo que se pueda vender, y contar con un buen equipo son sus principales dificultades”

¿Qué es lo más difícil a la hora de ponerse en marcha?
En las fases iniciales el reto es poder validar el modelo de negocio, tener algo que se pueda vender, y contar con un buen equipo. A veces nos encontramos con emprendedores con unos perfiles muy técnicos pero que no saben gestionar ni vender.

¿Qué apoyo se les brinda?
Contamos con un equipo de 29 personas que de manera voluntaria han mentorizado cada uno de los proyectos. Son colaboradores habituales de nuestra red y algunos también procedentes de Kutxabank, personas con mucha trayectoria y conocimiento financiero que aportan su ‘know how’ a los proyectos, en una experiencia muy satisfactoria tanto para ellos como para los emprendedores. En la próxima edición, los ganadores tendrán acceso a la Torre BAT y a todo el ecosistema allí generado, y a un curso Experto en Emprendimiento social e Inversión de Impacto que se imparte en Mondragon Unibertsitatea.

 

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