“Una ley para la sostenibilidad de Euskadi”

Iñigo Ansola, director general del Ente Vasco de la Energía

Iñigo Ansola, director general del Ente Vasco de la Energía.

Euskadi ha asumido el reto de la Transición Energética y acaba de aprobar su ley de Sostenibilidad Energética y Cambio Climático con objetivos muy ambiciosos en materia de ahorro en el consumo final de energía y descarbonización. Se trata, sin lugar a duda, de la ley del Siglo XXI que nos encamina hacia un nuevo paradigma, donde la descarbonización del sistema energético requerirá de un cambio tanto en las estructuras de generación energética como de las sociales que demandan y consumen. Nos hallamos ante uno de los desafíos más importantes a los que debemos enfrentarnos a nivel global, que va a exigir la máxima concienciación e implicación colectiva para dar respuestas eficaces al enorme reto que se nos plantea. 
No cabe duda de que las energías renovables, y la energía eólica como uno de sus principales exponentes, son herramientas indispensables para el nuevo modelo energético. Euskadi ha sabido crear un sector productivo líder en Europa, con más de 150 empresas trabajando en el sector eólico con capacidades en toda la cadena de valor. Si bien hasta ahora hemos sido un país exportador de tecnología con una baja implantación de parques eólicos en nuestro entorno, los nuevos parques en tramitación van a dar un vuelco a esta situación y permitirán un mayor consumo de electricidad renovable tanto para la industria como para toda la ciudadanía.
Asimismo, la energía solar fotovoltaica también está despegando en Euskadi. Ya se cuentan por miles las instalaciones fotovoltaicas para autoconsumo están ocupando las cubiertas de empresas y de viviendas particulares que se abastecen mediante energía Km 0, de origen renovable, con un precio estable y altamente competitivo.
Sin embargo, la electrificación no es suficiente por sí sola para descarbonizar todos los sectores productivos. La creación de un mercado de generación y consumo de hidrógeno verde será clave para sectores como el transporte o parte de la industria y, al mismo tiempo, puede suponer una solución para el almacenamiento de la producción eólica marina. La Estrategia Vasca del Hidrógeno sienta las bases para avanzar en objetivos tangibles, y el Corredor Vasco del Hidrógeno aglutina a más de 70 empresas con 50 proyectos ya en marcha. Desde Euskadi, entendemos que debemos aprovechar todas las oportunidades para seguir avanzando y liderando tecnologías y proyectos para la descarbonización, con el objetivo de contribuir en nuestra medida a la sostenibilidad mundial.   
Todo ello en un escenario en el que los precios energéticos han disminuido en 2023 de manera palpable, aunque no a niveles previos a la crisis energética motivada por la guerra de Ucrania. Aun así, un acceso más económico a la energía no debe hacer perder la visión a largo plazo de nuestras prioridades. Debemos perseverar en nuestro objetivo de descarbonización de la economía y del sistema energético en su conjunto. Esa es la garantía de que, a pesar de los vaivenes coyunturales de cada momento, Euskadi será capaz de obtener un abastecimiento energético de calidad, estable, competitivo y limpio que garantice la sostenibilidad futura del tejido económico e industrial de nuestra sociedad y, al mismo tiempo, asegure el cuidado del medio ambiente que es, sin lugar a duda, uno de los mayores retos a los que se enfrenta la humanidad en el siglo XXI.

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